Madrid - Publicado el
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El Segundo día de las fechas navideñas continúa marcando esta Octava de Navidad que vive hasta el día 1 como si se tratase del propio 25 de diciembre. Pero la Iglesia quiere entroncar la vida cotidiana con el Nacimiento de Cristo. Por eso, en esta jornada celebramos a San Esteban, Protomártir.
De origen judío recibe una formación de la escuela griega y, cuando abraza la Fe, la Comunidad de Jerusalén le tiene en gran estima. De hecho, cuando las viudas dicen que se sienten desatendidas nombran varios diáconos que les sirvan. Y entre ellos se encuentra Esteban por designio de Los Apóstoles y con el beneplácito de todos.
No le falta una fuerte formación que le hace ser un hombre preparado. Pero algunos conocidos suyos son de la Sinagoga y no han abrazado la Fe Cristiana. Al contrario. Son del sentir de las Autoridades judías que persiguen a la Comunidad.
Entonces se vuelven contra Esteban al que quieren tomar como chivo expiatorio y lo hacen. Comienzan por denunciarle a los jefes del pueblo. Y sin ir una patrulla policial. La chusma alborotada y fanatizada le llevan violentamente al Sanedrín.
Allí le acusan de proclamar a Cristo como Dios. Como él se reafirma le llevan a la Puerta de Damasco donde le apedrean con el apoyo de un joven llamado Saulo que poco después será el Apóstol de los Gentiles porque se convierte. Esteban pide a Dios que les perdone y que a él le acoja. Así la Iglesia une en este Día del Nacimiento de Cristo al Primer Mártir de la Fe Cristiana.