Santos Proceso y Martiniano

Dos mártires cristianos de Roma que probablemente vivieron en el siglo I, aunque las fechas exactas de sus muertes son desconocidas

Por Jesús Luis Sacristán

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 01 jul 2022

Jesús Luis Sacristán García

Los frutos de la primitiva Comunidad Cristiana se muestran en innumerables conversiones y vidas entregadas por el Evangelio hasta llegar a la muerte. Hoy celebramos a los Santos Proceso y Martiniano. El Martirologio Romano nos los describe como los dos carceleros que custodiaron a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, antes de sufrir el martirio en la prisión Mamertita de los tiempos de Nerón.

El celo por la Buena Nueva del Evangelio, llegando incluso a dar la vida, fue siempre el eje del pescador de Galilea y de Saulo, Apóstol de los gentiles. Este entusiasmo contagió a quienes les rodeaban, hasta el punto de convertir a los propios centinelas como se puede comprobar. El impacto que causa en sus vidas oír que el Señor Jesús ha Resucitado de entre los muertos y que también vivificará nuestros cuerpos mortales, les hace sentir curiosidad por conocer más datos acerca del Hombre de Nazareth.

Así empiezan poco a poco un proceso de catecumenado hasta recibir el Bautismo, de una fuente que brota del suelo cuando Pedro traza el Signo de la Cruz, de forma milagrosa. Junto a ellos, se acercaron a la Fe otros 47 más, porque el ejemplo arrastra a seguir las endas del Señor, el Único que paga cien veces más y da la Vida Plena. Esta situación pronto será descubierta por uno de los jueces quien, llamando a los dos guardias, les insta a abandonar el cristianismo.

Al rechazar el mandato imperial, escupiendo incluso la estatua de Júpiter, son juzgados y condenados a morir decapitados, en la Vía Aurelia a las afueras de la ciudad. Una vez más la sangre de mártires será semilla de nuevos cristianos y su sacrificio no caerá en saco roto. Posteriormente las reliquias de los Santos mártires Proceso y Martiniano irán a la Iglesia que había sido levantada en su nombre.