San Inocencio I, Pastor de grandes frutos
Madrid - Publicado el
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Cristo recuerda que todo árbol da fruto en su sazón y así se distingue por esos frutos, el bueno del malo. Hoy celebramos al Papa San Inocencio, cuyas obras fueron considerables para toda la Comunidad Cristiana. Nace en la segunda mitad del siglo IV, situándose su origen en Albano. En el año 401 sucede al Papa Anastasio I, siendo su Pontificado muy fecundo, tanto en el plano espiritual como humano. Logró, por ejemplo, que Illiria (actuales Dalmacia y Bosnia), aceptasen la autoridad papal, después de muchas controversias.
También expulsó de la Ciudad Eterna a los enemigos de San Juan Crisóstomo. Por entonces, se presentó una de las mayores pruebas que hubo de sufrir como fue la invasión de Roma en el 410 por las tropas de Alarico. Pero también hubo otros problemas de índole más espiritual. Es el caso de la herejía pelagiana, que sostenía la imposibilidad de cooperar el hombre con sus obras, a la Gracia de Dios, como un preludio de la Reforma Protestante.
La reacción de la comunidad eclesial no se hace esperar y Agustín de Hipona, pide al Santo Padre la condena de esta doctrina, que se hará efectiva en el 417. Tampoco se puede pasar por alto el influjo que tuvo en el gobierno de Hispania, cuando escribió al Obispo de Tolosa, indicándole la manera de admitir en la Iglesia a los que quisieran convertirse después de haberse entregado a los placeres mundanos.
De esta forma experimentarían el perdón por sus faltas, mostrando el deseo de arrepentimiento con una conducta intachable. Y nuevamente tendrá que intervenir para recordar la obediencia y la comunión con la Sede de Pedro a Hispania, cuando surgieron diversas disputas y divisiones que creaban falta de testimonios en el seno de la Comunidad Eclesial. El Papa San Inocencio I morirá en el año 417.