“ He visto al Señor y ha dicho esto ”

Evangelio según san Mateo 10,1-7; y comentario de José María Calderón, director de OMP

Redacción Religión

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 Primera lectura

Lectura del libro del Cantar de los Cantares 3

1-4b

Esto dice la esposa:

«En mi lecho, por la noche,

buscaba al amor de mi alma:

lo buscaba y no lo encontraba.

“Me levantaré y rondaré por la ciudad,

por las calles y las plazas,

buscaré al amor de mi alma”.

Lo busqué y no lo encontré.

Me encontraron los centinelas

que hacen la ronda por la ciudad:

“¿Habéis visto al amor de mi alma?”

En cuanto los hube pasado,

encontré al amor de mi alma».

 Salmo de hoy

Salmo 62

2. 3-4. 5-6. 8-9 R/

Mi alma está sedienta de ti, Dios mío 

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua. R/. 

¡Cómo te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria! Tu gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios. R/. 

Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote. Me saciaré como de enjundia y de manteca, y mis labios te alabarán jubilosos. R/. 

Porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas canto con júbilo. Mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene. R/.

 Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 20

1-2. 11-18

El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.

Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:

«Se han llevado del sepulcro al señor y no sabemos dónde lo han puesto».

Estaba María fuera, junto al sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús.

Ellos le preguntan:

«Mujer, ¿por qué lloras?».

Ella les contesta:

«Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».

Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.

Jesús le dice:

«Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?».

Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta:

«Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré».

Jesús le dice:

«¡María!».

Ella se vuelve y le dice:

«¡Rabboni!», que significa: «¡Maestro!».

Jesús le dice:

«No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero anda, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”».

María la Magdalena fue y anunció a los discípulos:

«He visto al Señor y ha dicho esto».