“Auméntanos la fe”

Evangelio según san Lucas 17,1-6 y comentario de José María Calderón, director nacional de OMP

Redacción Religión

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 Primera lectura  

Comienzo del libro de la Sabiduría 1,1-7:

 

 

Amad la justicia, gobernantes de la tierra, pensad correctamente del Señor y buscadlo con sencillez de corazón.

Porque se manifiesta a los que no le exigen pruebas y se revela a los que no desconfían de él.

Los pensamientos retorcidos alejan de Dios y el poder, puesto a prueba, confunde a los necios.

La sabiduría no entra en alma perversa, ni habita en cuerpo sometido al pecado.

Pues el espíritu educador y santo huye del engaño, se aleja de los pensamientos necios y es ahuyentado cuando llega la injusticia.

La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres que no deja impune al blasfemo: inspecciona las entrañas, vigila atentamente el corazón y cuanto dice la lengua.

Pues el espíritu del Señor llena la tierra, todo lo abarca y conoce cada sonido.

 Salmo de hoy  

Salmo 138,1-3a.3b-6.7-8.9-10

 

  

 R/. Guíame, Señor, por el camino eterno

Señor, tú me sondeas y me conoces.

Me conoces cuando me siento o me levanto,

de lejos penetras mis pensamientos;

distingues mi camino y mi descanso,

todas mis sendas te son familiares. R/.

No ha llegado la palabra a mi lengua,

y ya, Señor, te la sabes toda.

Me estrechas detrás y delante,

me cubres con tu palma.

Tanto saber me sobrepasa,

es sublime, y no lo abarco. R/.

¿Adónde iré lejos de tu aliento,

adónde escaparé de tu mirada?

Si escalo el cielo, allí estás tú;

si me acuesto en el abismo, allí te encuentro. R/.

Si vuelo hasta el margen de la aurora,

si emigro hasta el confín del mar,

allí me alcanzará tu izquierda,

me agarrará tu derecha. R/.

 Evangelio del día  

Lectura del santo evangelio según san Lucas 17,1-6

 

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Es imposible que no haya escándalos; pero ¡ay de quien los provoca!

Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar.

Tened cuidado.

Si tu hermano te ofende, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: “Me arrepiento”, lo perdonarás».

Los apóstoles le dijeron al Señor:

«Auméntanos la fe».

El Señor dijo:

«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y os obedecería».