Homilía para el 19 Domingo del tiempo ordinario, B, (9-8-2015), por José-Román Flecha Andrés

Homilía para el 19 Domingo del tiempo ordinario, B, (9-8-2015), por José-Román Flecha Andrés

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Homilía para el 19 Domingo del tiempo ordinario, B, (9-8-2015), por José-Román Flecha Andrés

La fe y la vida, título de la homilía para 19 Domingo del tiempo ordinario, B, (9-8-2015), por José-Román Flecha Andrés

"Levántate, come, que el camino es superior a tus fuerzas". Con esas palabras el ángel del Señor trata de levantar el ánimo a Elías. El profeta huía de la amenaza real que se cernía sobre él. Había caminado ya durante una jornada por el desierto y se sentía tan desalentado y temeroso que se deseaba la muerte.

Animado por aquella voz que lo despertaba una y otra vez, "se levantó Elías, comió y bebió, y con la fuerza de aquel alimento camino cuarenta días y cuarenta noches hasta el Horeb, el monte de Dios" (1 Re 19,4-8).

Esa es también nuestra historia, reflejada por tantos elementos simbólicos, como el acecho del mal, la soledad del desierto, los cuarenta días que reflejan la plenitud de la existencia, el ángel que evidencia la presencia y misericordia de Dios, el monte santo en el que Moisés ha recibido la Ley del Señor, el anuncio de la justicia que se ha confiado al profeta. Y, en el centro, el pan para el camino que lleva al encuentro con Dios, el pan de la vida.

LA CUESTIÓN DE DIOS

El evangelio de hoy nos sitúa de nuevo en el contexto del pan y los peces repartidos y compartidos por la multitud que sigue a Jesús (Jn 6, 41-51). En la sinagoga de Cafarnaúm, el Maestro ha dicho: "Yo soy el pan bajado del cielo". Pero los judíos critican esas palabras. Creen conocer a Jesús y a su familia. ¿Cómo se atreve a afirmar que ha bajado del cielo? Pero a ellos y a nosotros Jesús nos propone los dones de la fe y de la vida.

LA CUESTIÓN DE LA VIDA

Y junto al don de la fe en el Padre, Jesús expone en su discurso el don de la vida. Los dos están íntimamente unidos por el don del pan, que nos alimenta como al profeta Elías, mientras vamos de camino. Así lo dice Jesús:

– Señor Jesús, tú has dicho que "el que cree tiene vida eterna". Te reconocemos como el Maestro de la fe y como el pan que nos asegura la vida sin tiempo y sin límite. Queremos escuchar y acoger tu palabra, como prenda de salvación para toda la humanidad. Amén.

José-Román Flecha Andrés