El rico Epulón y el pobre Lázaro

Esta parábola nos hace pensar en cómo soy sensible para los demás. ¿Qué hago con el sufrimiento, con las preocupaciones de los que me rodean?

Por Francisca Sierra

Tiempo de lectura: 1' Actualizado 13 sep 2022

Qué gran lección me das hoy, Jesús, y me llamas a que sea sensible y a preocuparme por los demás. Esta pictórica parábola de este hombre rico que vivía de fiesta en fiesta, que vestía de púrpura y lino, que se celebraba todos los días grandes fiestas, estaba inmerso en sí mismo, vivía de su riqueza, era insensible hacia los demás. Y este pobre Lázaro, un ser quizás anónimo, pero que tiene nombre y está a la puerta de este hombre… Y no se sensibiliza con nada, ni con sus llagas, ni con su hambre, ni con nada.