León XIV invita a los cristianos a imitar "la coherencia radical y humilde" de San Chárbel durante la visita a su tumba

En su discurso ante el monasterio de San Maroun en Annaya, donde está enterrado el ermitaño libanés, el Pontífice recuerda el ejemplo de “consuelo, perdón y consejo” del santo 

José Melero Campos

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León XIV ha confiado a la intercesión de san Chárbel, ermitaño libanés dl siglo XIX que fue canonizado por el Papa Pablo VI, la paz para el Líbano y todo Oriente Próximo, así como la comunión y unidad en el seno de la Iglesia.   

En su discurso ante el monasterio de San Maroun en Annaya, donde se encuentra enterrado Charbel, ha recordado que “no hay paz sin conversión de los corazones”, por lo que ha orado para que el santo al que se le atribuyen miles de milagros “nos ayude a orientarnos hacia Dios y a pedir el don de la conversión para todos nosotros”.

Su vida de recogimiento y humildad hacen que San Chárbel siga suscitando admiración en todo el mundo. No en vano cerca de cuatro millones de peregrinos visitan el monasterio cada año, también los que profesan la religión musulmana.

León XIV invita a los cristianos a imitar "la coherencia radical y humilde" de Chárbel

Para León XIV, el legado del santo libanés 127 años después de su muerte es vivir a contracorriente de sus tiempos: “El Espíritu Santo lo moldeó para que enseñara la oración a quienes viven sin Dios, el silencio a quienes habitan en medio del bullicio, la modestia a quienes viven para aparentar y la pobreza a quienes buscan las riquezas. Son todos comportamientos a contracorriente, pero precisamente por eso nos atraen, como el agua fresca y pura atrae a quien camina por el desierto”, ha expresado el Santo Padre.

El Pontífice también se ha dirigido a los obispos y sacerdotes para recordarles que Chárbel “nos recuerda las exigencias evangélicas de nuestra vocación”, e invita al resto de cristianos a imitar “la coherencia, tan radical como humilde”, del santo.

El obispo de Roma ha recalcado que, una vez fallecido, millones de personas acudían a su tumba para recibir de Chárbel “consuelo, perdón y consejo”, convirtiéndose en todo un ejemplo de misericordia: “Cada 22 de mes, miles de peregrinos acuden hasta aquí desde diferentes países para pasar un día de oración y descanso del alma y del cuerpo”, ha subrayado León XIV en su discurso.

el primer santo oriental canonizado desde el siglo XIII  

En 1925, la fama de santidad se había extendido tanto que se inició el proceso de beatificación. Fue beatificado el 5 de diciembre de 1965 por el Papa Pablo VI y el 9 de octubre de 1977 fue canonizado, convirtiéndose en el primer santo oriental desde el siglo XIII. El último había sido San Juan Damasceno, monje sirio nacido en Damasco hacia el año 675 y fallecido hacia 749 en el monasterio de San Sabas, cerca de Jerusalén. 

A pesar de la vida ermitaña que había elegido, se hizo muy popular tras su muerte.  En el archivo del Monasterio de San Marón existen alrededor de 29.000 milagros documentados. Cada año ocurren por su intercesión alrededor de 100 milagros, de los cuales al menos el 10% de los destinatarios son personas no bautizadas, incluidos musulmanes, drusos, judíos y ateos. La curación milagrosa de Miriam Awad de un cáncer de garganta en 1967 fue el milagro oficial para la canonización.