León XIV en la homilía en San Pablo Extramuros: "Toda vocación nace del amor de Dios, pero la gracia no anula la libertad"

El Papa se arrodilló en oración ante la tumba del apóstol San Pablo durante su visita a la Basílica

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León XIV visita la Basílica de San Pablo Extramuros

Ana Palacios de Elías

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La homilía de la visita del Papa León XIV al Sepulcro de San Pablo, en la Basílica de San Pablo extramuros, está inspirada en la carta de San Pablo a los cristianos de Roma, y gira en torno a tres temas fundamentales: gracia, fe y justicia. Con esa homilía, el Papa pidió la gracia de vivir su misión como sucesor de Pedro.

San Pablo comienza su carta reconociendo que ha recibido de Dios la gracia de la llamada. El Papa explicó que esto significa que su vocación y misión como apóstol no son fruto de méritos personales, sino de una iniciativa divina que le precede. 

A pesar de haber perseguido a la Iglesia, Pablo fue alcanzado por el amor misericordioso de Dios, quien lo eligió para una nueva vida. Esto recuerda las palabras de san Agustín, quien afirmaba que no podemos amar a Dios si antes no hemos sido amados por Él. En esta línea, se subraya que toda vocación nace del amor preveniente de Dios, comparado con el de una madre que alimenta a su hijo cuando aún no puede valerse por sí mismo.

FE Y LIBERTAD

En su homilía explica que esa gracia, no anula la libertad de elegir. La fe, en este sentido, dijo León XIV, no es una imposición mágica, sino una respuesta libre y confiada a la iniciativa amorosa de Dios. Supone lucha, esfuerzo, y adhesión personal. Por tanto, la salvación no ocurre de forma automática, por encanto, sino que es el resultado de “un misterio de gracia y de fe, del amor de Dios que nos precede, y de la adhesión confiada y libre por parte del hombre.

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León XIV saluda a los fieles que se acercan a a Basílica de San Pablo Extramuros

El Papa agradeció al Señor la llamada con la que transformó la vida de Saulo y pidió que también nosotros sepamos responder del mismo modo a sus invitaciones, haciéndonos testigos del amor que «ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado».

de san benito a benedicto xvi

León XIV recordó que la Basílica de San Pablo extramuros ha sido encomendada desde hace siglos al cuidado de una comunidad benedictina. En su homilía recordó el mensaje de San Benito, en lo que respecta al amor como fuerza impulsora de la vida cristiana y del anuncio del Evangelio. En su Regla, pide practicar la caridad fraterna dentro de la comunidad monástica y a mostrar hospitalidad hacia todos, aspectos fundamentales de la vida cristiana que reflejan el Evangelio vivido en lo cotidiano.

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Durante su visita León XIV se arrodilló en oración ante la tumba del apóstol

El Papa concluyó su homilía evocando las palabras que, más de mil años después, otro Benedicto, el Papa Benedicto XVI, dirigía a los jóvenes: 

«Queridos amigos —decía—, Dios nos ama. Ésta es la gran verdad de nuestra vida y que da sentido a todo lo demás. […] En el origen de nuestra existencia hay un proyecto de amor de Dios», y la fe nos lleva a «abrir nuestro corazón a este misterio de amor y a vivir como personas que se saben amadas por Dios» (Homilía en la Vigilia de oración con los jóvenes, Madrid, 20 agosto 2011)”

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