León XIV desvela la clave del Adviento: un Dios que se involucra en lo cotidiano

El Papa León XIV ha destacado este miércoles, durante su catequesis en el marco del Jubileo de la Esperanza, que el tiempo de Adviento no es una espera pasiva, sino un tiempo para participar activamente en la historia de Dios. Según sus palabras, "Esperar significa participar", una idea que redefine la preparación para la Navidad. El Pontífice ha insistido en que, al prepararnos para la primera venida de Jesús y su regreso definitivo, la fe se vive y se demuestra en lo cotidiano.

Un Dios que nos involucra

El Pontífice ha explicado que Dios se manifiesta en el día a día y que los laicos tienen un papel central en reconocer su presencia y actuar con fe en el mundo. "No se trata de mirar desde fuera, sino de involucrarse en la vida", ha dicho León XIV. Ha añadido que "la Navidad de Jesús nos revela un Dios que nos involucra", llamando a todos a formar parte de su historia y sus sueños, lo cual representa, en sus propias palabras, "un gran honor, ¡y qué vértigo!".

Para el Papa, esta participación activa se traduce en buscar a Dios "con inteligencia, corazón y manos a la obra", ya que "no está fuera del mundo ni de esta vida". Es una búsqueda que, según ha detallado, se aprende de la primera venida de Jesús, el "Dios-con-nosotros", a quien se puede encontrar entre las realidades y desafíos de la vida diaria.

El servicio que da alegría

Para ilustrar su mensaje, el Papa ha recordado la figura de Alberto Marvelli, un joven ingeniero italiano del siglo XX y activista de la Acción Católica. Marvelli dedicó su corta vida, hasta su muerte a los 28 años, a servir a los más necesitados durante la Segunda Guerra Mundial, repartiendo comida en bicicleta a los pobres y ayudando a los desplazados.

Su ejemplo, según el Pontífice, demuestra que "servir al Reino de Dios da alegría incluso en medio de grandes riesgos". La vida de Marvelli es la prueba de que la entrega al prójimo es una forma concreta de vivir la fe y la esperanza activas que propone el Adviento, transformando la espera en un acto de amor y servicio.

Peregrinos de esperanza

León XIV ha conectado esta idea con el lema del Jubileo, afirmando que "'Peregrinos de esperanza' no es un simple eslogan; es un programa de vida". Este lema, ha explicado, implica "caminar y esperar, no con las manos cruzadas, sino participando", transformando la espera espiritual en una acción comprometida con el mundo y con los demás.

Finalmente, el Papa ha invitado a los fieles a la reflexión personal, preguntando si están poniendo sus talentos al servicio del bien o si se limitan a la queja. Ha concluido que la verdadera esperanza del Adviento se vive caminando juntos, y que incluso "una sonrisa puede ser signo de la gracia que habita en nosotros", un pequeño gesto que refleja una fe encarnada en lo cotidiano.