León XIV defiende la Filosofía como espacio de encuentro con los no creyentes: "La reflexión racional no es una amenaza para la fe"
En su mensaje en el congreso 'Aportes a las culturas: Filosofía, Cristianismo y América Latina', el Papa defiende el bien que un "filósofo creyente" puede lograr "mediante el testimonio de su vida es inmenso"
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El Papa León XIV ha asegurado que "la contribución de los filósofos puede contribuir a la clara distinción entre el bien y el mal" y que "la reflexión racional no es una amenaza para la fe", en su mensaje enviado al Congreso Internacional de Filosofía, que comenzó el pasado 8 de octubre en la Universidad Católica de Asunción.
En su mensaje a los participantes en el congreso, titulado 'Aportes a las culturas: Filosofía, Cristianismo y América Latina', el Pontífice aleja la lectura de "quienes han visto la reflexión racional, por surgir en un contexto pagano, como una amenaza que podría contaminar la pureza de la fe cristiana"
De ahí que León XIV haya explicado que los creyentes "no deben permanecer ajenos a las propuestas de las diversas escuelas filosóficas, sino más bien dialogar con ellas, partiendo de la Sagrada Escritura" y "de esta manera, el pensamiento filosófico se convierte en un espacio privilegiado para el encuentro con quienes no comparten el don de la fe".
"la incredulidad suele estar vinculada a una serie de prejuicios históricos"
En este sentido, el Santo Padre es consciente de que "la incredulidad suele estar vinculada a una serie de prejuicios históricos, filosóficos y de otra índole. Sin reducir la filosofía a una mera herramienta apologética, el bien que un filósofo creyente puede lograr mediante el testimonio de su vida es inmenso", asegura.
Asimismo, el obispo de Roma cita a los santos Justino, Buenaventura y Tomás de Aquino que destacaron "con acierto que la fe y la razón no solo no se oponen, sino que se apoyan y complementan admirablemente".
Pero el Papa también recuerda que es una ilusión "pensar que la razón y la voluntad por sí solas bastan para alcanzar la verdad" y en este sentido, recomienda "no olvidar que la filosofía, al ser una ardua tarea de la inteligencia humana, puede ascender a alturas que iluminan y ennoblecen, pero también puede descender a los oscuros abismos del pesimismo, la misantropía y el relativismo, donde la razón, cerrada a la luz de la fe, se convierte en una sombra de sí misma".