Ana Polo, experta en la Casa Real británica: "El Vaticano se esforzó en mostrar ambas iglesias como iguales tras 500 años de ruptura"
Carlos III logra el reencuentro histórico entre anglicanos y católicos que fracasó en 1985, mientras Camila recibe la máxima distinción vaticana como primera reina en la historia
El papa León XIV se despide del rey Carlos III y la reina Camila de Gran Bretaña durante la visita de Estado de la pareja real a la Ciudad del Vaticano
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El rey Carlos III de Inglaterra y el Papa León XIV han protagonizado un momento histórico en el Vaticano. Por primera vez en 500 años, el líder de la Iglesia anglicana y el Pontífice han rezado juntos en la Capilla Sixtina, un acto ecuménico de gran simbolismo que busca tender puentes entre ambas iglesias y que se produce en un momento de tensiones internas en el anglicanismo.
Un empeño personal del rey
La visita ha estado marcada por gestos de cordialidad y respeto mutuo, pero según Ana Polo, experta en la Casa Real Británica, este acercamiento responde a una voluntad directa del monarca. "Esto ha sido un empeño personal, personal de él", ha afirmado Polo, quien recuerda un intento fallido en 1985, cuando aún era príncipe de Gales. En aquella ocasión, "la prensa se le tiró absolutamente encima, incluso tuvo que intervenir su madre para decir que ni hablar, no le dejaron".
El Vaticano, por su parte, ha cuidado el protocolo al milímetro para evitar cualquier polémica. "Se ha esforzado en todo momento en que se viesen las dos iglesias como iguales, que se viese un respeto profundo", explica la experta. Uno de los gestos más significativos, y que según Polo ha pasado desapercibido, ha sido la concesión a la reina Camila de la orden de Pío Noveno, "la primera mujer y la primera reina que recibe lo que es la máxima distinción del Vaticano".
El audaz blanco de Camila
El vestuario de la reina Camila también ha sido objeto de análisis. Cumplió con el estricto protocolo en su encuentro con el Papa, vistiendo de negro y con velo, al no tener el 'privilegio de blanco' reservado a las reinas católicas. Sin embargo, en la basílica de San Pablo Extramuros optó por un vestido completamente blanco, un color que la prensa británica ha calificado de "audaz". Polo lo interpreta como "un guiño hacia esa reivindicación del papel de reina", recordando que Camila se crio en la fe católica.
Reacciones y mirada al futuro
Aunque la mayoría de los medios británicos han aplaudido el encuentro, subrayando su importancia en una sociedad plural, no han faltado voces críticas desde los sectores protestantes más conservadores. Con todo, la prensa británica ya mira hacia el futuro y especula con la posibilidad de que el Papa León XIV devuelva la visita en 2029, coincidiendo con el segundo centenario de la Ley de Emancipación Católica en el Reino Unido.
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