Benedicto XVI pide perdón a todas las víctimas de abusos: “Cada caso es terrible e irreparable"

El Papa Emérito ha enviado este martes una carta respondiendo a las acusaciones recibidas por encubrir abusos sexuales en la archidiócesis de Múnich y Freising

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El Papa Emérito Benedicto XVI ha enviado este martes, 8 de febrero, una carta sobre el informe sobre abusos en la archidiócesis de Múnich y Freising.

“Aunque he sido arzobispo de Múnich y Freising durante poco menos de 5 años, mi profunda pertenencia a la archidiócesis de Múnich como mi patria aún persiste en mi corazón”, dice el Papa Emérito al comienzo de su carta.

Ante las acusaciones recibidas por encubrir abusos sexuales en la archidiócesis alemana, Benedicto XVI agradece todas las palabras de “amistad” y tantas “muestras de confianza” que ha recibido durante estas semanas y en particular agradece el pequeño grupo de amigos que "que redactó, con abnegación, mi memorial de 82 páginas para el bufete de abogados de Múnich, que no podría haber escrito solo. Además de las respuestas a las preguntas que me planteó el bufete, también se añadían la lectura y el análisis de casi 8.000 páginas de documentos en formato digital. Estos colaboradores me ayudaron después a estudiar y analizar el informe pericial de casi 2.000 páginas. El resultado se publicará más adelante, como suplemento a esta carta.".

Hace unas semanas, el arzobispo Georg Gänswein, secretario especial del Papa Emérito, afirmó que Benedicto XVI corrigió su declaración sobre el reciente informe sobre la gestión de los abusos en la archidiócesis alemana. El error – se podía leer en la nota – no se cometió con mala intención, sino que fue consecuencia de un descuido en la redacción de su opinión". En la carta enviada este martes, Benedicto XVI subraya que “este error, que lamentablemente se produjo, no fue intencionado y espero que sea disculpado"

“Me afectó profundamente que el descuido se utilizara para dudar de mi veracidad, y presentarme incluso como mentiroso. Pero me han conmovido aún más las numerosas expresiones de confianza, los cordiales testimonios y las conmovedoras cartas de aliento que he recibido de tantas personas. Estoy especialmente agradecido al Papa Francisco por la confianza, el apoyo y las oraciones que me ha manifestado personalmente”.

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Lectura de la carta de Benedicto XVI

Profunda vergüenza

Benedicto XVI sigue expresando en la carta todo su dolor por las víctimas de abusos: “En todos mis encuentros con víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes, especialmente durante mis numerosos viajes apostólicos, he percibido en sus ojos las consecuencias de una grandísima culpa y he aprendido a entender que nosotros mismos caemos dentro de esta grandísima culpa cuando la descuidamos o cuando no la afrontamos con la necesaria decisión y responsabilidad, como ha sucedido y sucede demasiadas veces".

“Como en aquellos encuentros, hoy nuevamente puedo sólo expresar a todas las víctimas de abusos sexuales mi profunda vergüenza, mi gran dolor y mi sincera petición de perdón. Ya que he tenido importantes responsabilidades en la Iglesia Católica, mayor es mi dolor por los abusos y errores que se han producido durante el tiempo de mi misión en los respectivos lugares. Cada caso de abuso sexual es terrible e irreparable. Me siento consternado por cada uno de ellos en particular, y a las víctimas de esos abusos quisiera hacerles llegar mi más profunda compasión", expresa el Papa Emérito.

Ratzinger concluye su carta con estas palabras: "Pronto me encontraré ante el juez supremo de mi vida. Aunque pueda tener muchos motivos de temor y miedo cuando miro hacia atrás en mi larga vida, me siento sin embargo feliz porque confío firmemente en que el Señor no sólo es el juez justo, sino al mismo tiempo el amigo y el hermano que ya ha sufrido él mismo mis desperfectos y es, por tanto, como juez, al mismo tiempo mi abogado (Paráclito). En vista de la hora del juicio, la gracia de ser cristiano se hace evidente para mí. Ser cristiano me da el conocimiento, además, de la amistad con el juez de mi vida y me permite cruzar con confianza la oscura puerta de la muerte".

Informe de lo ocurrido

Junto con la carta del Papa Emérito, la Santa Sede ha presentado un informe sobre los hechos ocurridos el 15 de enero de 1980, en la reunión donde Joseph Ratzinger estaba presente. Se aclara que Joseph Ratzinger no sabía ni que el “sacerdote X era un abusador, ni que estaba incluido en alguna actividad pastoral".

“Los documentos muestran que en la reunión del 15 de enero de 1980 no se decidió en cuál actividad pastoral tenía que ir el sacerdote X. Las actas también muestran que en la reunión en cuestión no se trató el hecho de que el sacerdote había cometido abusos sexuales. Se trataba exclusivamente del alojamiento del joven sacerdote X a Múnich, porque tenía que someterse a alguna terapia. Durante la reunión no se mencionó el motivo de la terapia. En la reunión, por lo tanto, no se decidió emplear el sacerdote en ninguna actividad pastoral”, se puede leer en el informe publicado este martes.

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