Un sacerdote en Chicago desvela el drama migratorio en Estados Unidos: "Hay gente que lleva décadas aquí y está aterrorizada, no salen ni a misa"

El pánico a las deportaciones de Donald Trump paraliza a la comunidad latina, que reduce su asistencia a la iglesia hasta un 40 % mientras el Papa y los obispos alzan la voz

Redacción Religión

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La legislatura de Donald Trump en Estados Unidos ha sembrado la inquietud en la Iglesia católica del país y el pánico entre las comunidades migrantes. Los obispos estadounidenses ya han mostrado su preocupación por las políticas migratorias del presidente, una inquietud compartida por el Papa León XIV, quien recientemente pidió prestar la atención espiritual necesaria a los migrantes detenidos en Chicago. Para analizar esta crisis, el sacerdote Sergio Rivas, párroco en Chicago, ha explicado la situación en el programa 'Ecclesia al día' de TRECE.

Rivas describe un escenario de 'terror migratorio'. 'La situación es bastante difícil, porque hay personas que han vivido aquí décadas, no estoy hablando de ni siquiera dos, tres, cuatro, cinco décadas en el país, y en este momento están aterrorizados, están muertos de miedo', asegura. Este pánico ha provocado que la asistencia a misa en las comunidades latinas 'haya bajado entre un 30 y un 40 por ciento', ya que la gente teme ser detenida al salir a la calle para ir a la iglesia o llevar a sus nietos a la escuela. Afecta a personas con negocios y vidas construidas que ahora viven con el miedo constante a la deportación.

La Iglesia, en defensa del migrante

Ante esta realidad, la postura de la Iglesia se basa en la 'cultura del encuentro' y la acogida como pieza fundamental. Según se ha explicado en el programa, los católicos deben posicionarse frente a medidas políticas que atentan contra la dignidad humana. 'El amor, como nosotros lo entendemos, significa acoger al distinto, al que viene solo, y al que nosotros entendemos que es nuestro hermano', se ha subrayado, insistiendo en que no se puede hablar de 'personas ilegales', sino de personas en situación no regulada.

La Conferencia Episcopal de Estados Unidos, con su nuevo presidente, el arzobispo Coakley, ya ha emitido una nota mostrando su preocupación. El sacerdote Sergio Rivas ha destacado que obispos 'de toda índole' se han pronunciado, no por afinidad política, sino por 'la necesidad de respetar la dignidad del ser humano, especialmente del migrante'. Esta unidad de la Iglesia estadounidense se perfila como uno de los grandes desafíos del mandato de Trump.

Un Papa de Chicago con los migrantes

La figura del Papa León XIV, originario de Chicago, cobra una especial relevancia. Su nacionalidad genera orgullo y cercanía entre los fieles, pero es su experiencia vital la que le otorga una sensibilidad única. Tras pasar años de misión en Perú, conoce de primera mano la realidad de quienes tienen que dejarlo todo. Para la comunidad, 'el hecho de que el papa haya hablado, el hecho de que los arzobispos de Estados Unidos hayan hablado trae algún poco de consuelo a la comunidad inmigrante', ha afirmado Rivas.

Este consuelo es un alivio frente a una corriente ideológica que, según se ha analizado, 'ha calado mucho' y considera injusta la presencia de migrantes, acusándolos de quitar servicios o trabajos. El resultado es una 'absoluta locura' que lleva a la persecución y a la división de familias, donde personas con un profundo arraigo son denunciadas y expulsadas, quedando atrapadas como si estuvieran 'en un gueto'.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.