De compartir vestuario con David Beckham a ordenarse sacerdote: "Había una especie de vacío, aquí siento una satisfacción permanente"

Irlanda es un país eminentemente católico, solo en su capital hay más de 1 millón de fieles, el 66% de los que viven allí. Algunos de ellos acuden a misa en la Iglesia de San Salvador en Dublín, una preciosa iglesia victoriana que sirve como convento a un grupo de frailes dominicos y a varios seminaristas que se están formando allí. Entre los frailes, hay uno que tiene una historia peculiar: Phillip Mulryne.

Phil ahora dice misa ante decenas de fieles que le escuchan con atención, pero unos cuantos años antes, hacía las delicias de miles de personas con un balón en los pies. Phil fue futbolista profesional durante más de diez años y no fue un cualquiera.

Su carrera futbolística

A pesar de ser de Belfast, en Irlanda del Norte, muy pronto se fue a las categorías inferiores del histórico Manchester United, en las que coincidió con auténticas leyendas del fútbol como David Beckham y Paul Scholes. De hecho, llegó a jugar un partido en Premier League con el equipo. Sin embargo, tuvo mala suerte, justo esa temporada 97/98 en la que debutó con el equipo, el Manchester United no ganó la liga, fue la única que no ganó en un periodo de 7 años.

Cuando apenas tenía 21 años, Mulryne salió del equipo mancuniano y recaló en las filas del Norwich City, un equipo de la segunda división del fútbol inglés. Allí estuvo siete temporadas en las que se convirtió en un auténtico ídolo local, fue clave en la temporada en la que ascendieron a la Premier y, pese a que no daba del todo el nivel, el Norwich le mantuvo en el equipo durante esa temporada en la que estuvieron en Primera.

Durante su carrera se hizo querer, pese a que tuvo alguna que otra circunstancia polémica, sobre todo con las mujeres con las que salió. Uno se lo puede imaginar, un joven humilde de Belfast que, a sus 14 años, sale de su ciudad, de su núcleo familiar y se va a un transatlántico como el Manchester United. Pronto empieza a destacar y se convierte en uno de los mediocentros más prometedores del que era, en aquel momento, el mejor equipo de Inglaterra y uno de los mejores del mundo.

Así que, hasta cierto punto, es comprensible que, con dinero y fama, a Mulryne se le subiera un poco a la cabeza. Tampoco cometió ninguna locura, pero sí que protagonizó alguna que otra portada del corazón por sus amoríos con modelos, una de ellas fue especialmente sonada porque era la participante de un reality show muy seguido en Inglaterra.

Una retirada espiritual

Finalmente, después de un par de temporadas fuera del fútbol profesional, decidió retirarse en la temporada 2007/08. A partir de ahí, hizo honor a su pasado humilde y quiso devolver lo que había recibido en su etapa futbolística, dedicó el dinero que había acumulado después de varios años de fútbol profesional a proyectos solidarios. 

Fue en una de estas acciones solidarias a las que se dedicaba, en la que conoció al que era por entonces obispo de Down & Connor, Noel Treanor. Por entonces, ya llevaba más de un año retirado y había vuelto a Irlanda del Norte donde estaba experimentando un proceso de crecimiento espiritual por el que se acabó convirtiendo al catolicismo. Treanor le animó entonces a unirse al seminario y convertirse en sacerdote.

El resto es historia, Mulryne se fue a Roma para estudiar teología y filosofía en el Colegio Pontificio Irlandés, un colegio que frecuentó el ahora Papa León XIV cuando era Prior General de los Agustinos y también cuando Francisco le hizo prefecto del Dicasterio de los Obispos. En octubre de 2016, Phillip Mulryne completó su camino y fue ordenado sacerdote por el arzobispo de Dublín.