Una joven asegura haber recuperado la visión en Fátima: "Cuando he abierto los ojos...veía"

Esta joven madrileña que participa en la JMJ afirma haber recuperado la vista tras comulgar en el Santuario de Fátima donde el Papa ha presidido el rezo del Santo Rosario

Por Eva Fernández @evaenlaradio

Por Sara de la Torre

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 19:24

Esta joven de Madrid ha recuperado la visión esta misma mañana en Fátima. Así nos lo ha contado en los micrófonos de COPE. Con 16 años, hace ya más de dos, sufrió una pérdida de visión a causa de un problema de miopía hasta quedarse solo con un 5%. “No podía usar el móvil, todo a través de audios”, nos ha explicado emocionada.

Tras todo este tiempo sin poder recuperarse, decidieron rezar una novena a la Virgen de las Nieves, cuya festividad se celebra este 5 de agosto. “Llevamos rezando por esto un montón de tiempo y como justo coincidía con la JMJ, le pedimos a todos los jóvenes que pidieran por mi curación y hoy después de comulgar… veo perfectamente. No sé cómo explicártelo”. La Eucaristía se ha celebrado tras el rezo del Rosario del Papa Francisco en Fátima, quien tras entrar en la Capilla de las Apariciones, ha venerado la imagen de la Virgen María de Fátima y se ha detenido rezando ante ella algunos instantes en silencio.

"He abierto los ojos y veo"

La joven, con sus amigas ha participado en la Eucaristía y después de comulgar… “he abierto los ojos y veo”. “En la cola de comunión estaba muy nerviosa, y cuando me he sentado en el banco me he puesto a llorar, no quería abrir los ojos… Me he emocionado y cuando los he abierto, veía, veía todo súper nítido. Veía el altar, el sagrario, tenía a una amiga a mi lado a que la veía perfectamente”. Precisamente, esa amiga, que le ha acompañado toda esta JMJ ayudándole, guiándole, acompañándole… ha sido la primera que ha sido testigo de “su mirada”. “Me he dado cuenta hasta que ha cambiado un montón y nos hemos puesto a llorar”.

Con 16 años, es muy consciente que esto es algo muy especial “yo me he pasado toda la misa pidiéndole mi curación, pero cuando he comulgado antes de abrir los ojos lo único que he sentido es paz. Cuando le preguntamos si ha podido hablar con sus padres, es sincera: “No hemos podido hablar porque cuando lo hacemos, lo único que nos sale es llorar. Ahora puedo buscar su nombre en el teléfono, porque ahora … veo la pantalla”.