El testimonio de Miguel Mendizábal, voluntario misionero en Honduras: "No se me va a olvidar nunca"

El joven navarro ha trabajado con misioneros en Honduras durante 8 meses: "Es algo muy bueno para salir de tu zona de confort"

Tiempo de lectura: 1’

Miguel Mendizábal es un joven navarro que vivió una experiencia misionera en Honduras y que en las redes sociales de Supergesto ha querido contar qué supuso para él esta experiencia en América Central.

Lo que más le impactó nada más llegar al país fue, en primer lugar, “el contacto con la pobreza […] nunca había estado tan directamente cerca de ella. Conocía la pobreza de Pamplona y conozco sectores que han sufrido más las consecuencias a la hora de la pandemia, pero ese primer contacto con la pobreza extrema a mí no se me va a olvidar nunca”.



Miguel colaboraba en el crematorio municipal, el vertedero de Tegucigalpa: “Ya solo el entrar allá y conocer esa realidad donde están viviendo muchas personas que no tienen acceso a una alimentación o a la educación y eso es lo que realmente me ha marcado”.

Miguel asegura que la experiencia misionera le ha aportado muchísimo y le ha supuesto para él “un crecimiento tanto a nivel personal como de crecimiento en la fe”: “Lo que me llevo son todas esas personas con las que he podido convivir estos ocho meses y me han enseñado su realidad y con las cuales he podido trabajar con ellos mano a mano. Sobre todo me gustaría recordar ese cariño recibido […] al final en el momento en el que tú te das a los demás, es cuando más llegas a profundizar en ti mismo”.



Miguel tiene claro que recomendaría esta experiencia a los jóvenes: Es algo muy bueno para salir de tu zona de confort y poder entregarte a los demás. Para estas experiencias de mayor duración sí que recomiendo tener previamente una formación y conocer realmente la cultura donde vas”.

Religión