Teólogo experto en ética digital advierte a la Iglesia: "Debe renovar su lenguaje ante el cambio de civilización que trae la inteligencia artificial"

Un congreso en Santiago de Compostela aborda los desafíos de una tecnología que ya transforma el mundo y exige un nuevo paradigma social, ético y económico

Comienza en Santiago el Seminario sobre la IA

Redacción Religión

Publicado el

3 min lectura

La archidiócesis de Santiago y la Confederación de Empresarios de Galicia han inaugurado un seminario en Santiago de Compostela para analizar las profundas implicaciones de la inteligencia artificial. Bajo el título ‘¿Cambia o trasciende a la persona?’, el encuentro reúne a expertos, empresarios y representantes eclesiásticos para debatir si la IA es una mera herramienta para potenciar las capacidades humanas o una fuerza capaz de redefinir nuestra identidad y valores.

Para profundizar en este desafío, el programa ‘Ecclesia al día’ de TRECE ha contado con la intervención de Alberto Embry, teólogo y experto en ética digital. Embry sostiene que la IA no es solo una nueva tecnología, sino el motor de un cambio de civilización. “Estamos hablando de un mundo y una cultura diferente. Las categorías que ustedes están planteando de industria, de formas de vida, de visión, ya no existen” sentenció.

Un nuevo paradigma

Según Embry, la sociedad actual analiza la inteligencia artificial “desde una visión estática”, sin comprender que estamos ante “un fin evolutivo, no destructivo”. Este nuevo paradigma, explica, dejará obsoletas realidades como la pobreza, que califica como “inaceptable” y “pasada de moda”. El experto defiende que la IA llegó para “generar una forma de pensar diferente” y que el mundo de la producción industrial y los horarios fijos “ya dejó de existir”.

Comienza en Santiago el Seminario

Los grandes desafíos éticos

Pese a esta visión transformadora, el congreso también pone el foco en los riesgos. Uno de los principales es el impacto de la IA en el mundo laboral. La tecnología no solo amenaza con reducir puestos de trabajo, sino que pone en jaque el papel de los trabajadores en la toma de decisiones, corriendo el riesgo de que las empresas se guíen únicamente por un “mero mercantilismo” donde solo impere “lo que es eficiente o útil”.

Otro de los grandes retos es el impacto medioambiental. El consumo de recursos para el funcionamiento de la IA es masivo, como el medio litro de agua que, según algunos estudios, se necesita para generar un email de 100 palabras. Además, existe preocupación por la extracción de minerales necesarios para los servidores, que ya afecta a territorios como Zamora o León. “¿Vamos a comer ordenadores? La ética tiene que ir también por ese tipo de consumo responsable”, se ha advertido en el debate.

La Iglesia, ante la era digital

Desde una perspectiva teológica, Embry asegura que la Iglesia se enfrenta al reto de abandonar “un lenguaje que no existe, para gente que ya no existe”. Documentos como ‘Antiqua et Nova’, presentado por el Vaticano, demuestran que la institución ya reflexiona sobre ello. El Papa Francisco, afirma el teólogo, llama a los católicos a estar “unidos, y no solo reunidos”, para afrontar esta nueva realidad con un amor real y no meramente discursivo.

Frente a quienes piden regular, Embry advierte del riesgo de que la regulación se convierta en censura. En su lugar, y citando a Juan Pablo II, aboga por “caminar junto con lo que pasaba”. “No podemos estar denunciando o haciendo prevención”, afirma, sino que hay que involucrarse y estar “a la vanguardia”. Como ejemplo de su potencial, Embry destaca las aplicaciones de la robótica en la cirugía, que ayuda a reducir las listas de espera, o su uso en la exploración espacial y la arqueología.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.