La misión en Burundi que transforma el corazón de casi mil jóvenes españoles: "Nadie vuelve siendo el mismo"
Carlos Bobillo, fundador de la ONG Asociación Solidaria Universitaria (ASU), cuenta en 'Ecclesia' que vivió una experiencia de misión que le cambió la vida: "Pronto se reveló como un proceso de transformación"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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"No hay persona que haya pasado por Burundi y que su vida siga siendo la misma." Esta frase de Carlos Bobillo, cuya vida cambió por completo tras un voluntariado en África, resume el profundo efecto de una experiencia que moviliza a miles de jóvenes españoles cada verano. Para Carlos, tal y como ha contado en 'Ecclesia' de TRECE, fue el inicio de un camino distinto que le reveló un nuevo sentido a su existencia.
Un Viaje que Cambió Todo
Carlos, un joven madrileño con una vida que describe como "normal" y materialista, aceptó la invitación de un sacerdote burundés, el Padre Apo, para ayudar en su país. Lo que empezó como una inquietud "filantrópica" pronto se reveló como un proceso de transformación, una "primera semilla" que le "abrió un poco las puertas de la trascendencia".
Burundi, un país que Carlos menciona como "el país más pobre del mundo", es, sin embargo, "precioso" por su autenticidad y sencillez, no por algo "extravagante". Para Carlos, "Burundi es un país que grita eternidad, que grita trascendencia, que grita que Cristo está ahí". Su belleza reside en el día a día, facilitando ver a Cristo en las relaciones humanas y con la creación.
Ser Misionero: Un Reto Diario y Global
La experiencia de Carlos dio origen a ASU, una asociación que ha movilizado a casi 1.000 voluntarios en 18 años. ASUse enfoca en abordar tanto las necesidades materiales (con proyectos educativos y campamentos) como las espirituales, colaborando con las Misioneras de la Caridad. Carlos destaca que "lo material también es un instrumento para llegar al corazón de las personas", buscando un cambio profundo en la persona.
Carlos enfatiza que la misión no es exclusiva de unos pocos ni de un lugar. Aunque el voluntariado y la misión puedan parecer conceptos diferentes, en esencia son "formas distintas de llamar a lo mismo". El gran reto, según Bobillo, es "traerte ese regalo y ese carisma aquí". "No es que se pueda [ser misionero en tu propio país], es que se debe", aplicando lo aprendido en África al día a día en España.
Esperanza en Manos de Dios
A pesar de los desafíos inherentes a un país como Burundi, Carlos ve "mucha esperanza". Su gente le enseña que la vida "no está en mis manos, sino que está en manos de Dios". Esta convicción en la providencia divina es lo que ha sostenido a ASU durante casi dos décadas, pues "siempre ha estado en manos de Dios".
Los interesados en sumarse a esta labor pueden contactar a a su ONG a partir de enero, a través de su web o redes sociales. La preparación, que incluye oración y trabajo previo, es clave para vivir una experiencia verdaderamente transformadora.