El auditor de la Rota Española afirma que el protocolo de prevención de abusos busca “despertar la conciencia"

Rodríguez Torrente ha presentado este 1 de junio el protocolo que alberga tanto la parte preventiva y formativa como la procesal y la actuación en el marco de la justicia

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El auditor de la Rota Española, Jesús Rodríguez Torrente, ha presentado este jueves, 1 de junio, el protocolo marco de prevención y actuación en caso de abusos en el marco de la Iglesia.

“Una lacra que atañe a la Iglesia Católica y a las confesiones religiosas porque es un mal endémico de la sociedad. Nos atañe en el ámbito del dolor, en la asunción del dolor de las víctimas y en la responsabilidad de ofrecer un marco de seguridad a los menores que se acerquen a nosotros y devolver la esperanza de las familias rotas. Con que haya solo un caso es una tragedia”, ha manifestado.

En este sentido, Rodríguez Torrente ha tenido una mención especial a las víctimas que han estado presentes en la presentación del protocolo, aseverando que “el mejor tributo que podemos hacerles es ver que estamos luchando para conseguir que haya acogida y también justicia y sanación a cada una de las víctimas”.

De esta manera, el auditor de la Rota Española ha recalcado que este protocolo ha tenido un proceso largo pero a la vez breve, ya que fue en 2021 cuando se iniciaron los trabajos que, en este tiempo, han pasado por dos asambleas de todas las oficinas diocesanas y prelaturas y movimientos apostólicos.

Sobre el protocolo, Rodríguez Torrente ha explicado a los asistentes que alberga tanto la parte preventiva y formativa como la procesal y la actuación en el marco de la justicia. Y es que como ha puntualizado Torrente, después de que en noviembre la Conferencia Episcopal Española aprobara un protocolo marco que servia de referencia para la vida religiosa y diocesana, se necesitaba una norma “que nos ayudase a entender qué significaba actuar cuando se produce un abuso, y para eso era necesario una conceptualización de los abusos, la tipología, la graduación que podía tener y ver la fundamentación penal de los abusos tanto de la legislación española y otras leyes de índole europea que marcan las maneras de tipificar el delito”.

Asimismo, ha hecho hincapié en que el protocolo determina “cómo lograr y preparar un marco formativo porque es la apuesta de la prevención, que pasa por una formación concienciadora de manera permanente, porque la sociedad cambia”.

Un documento, ha precisado, que está vivo “porque la sociedad cambia. No estamos hablando de un protocolo cerrado para la Iglesia ni de un contexto único, sino que puede servir de actuación en todas la realidades”, ha subrayado.

Así las cosas, Rodríguez Torrente ha expresado que el protocolo conlleva “la sanación y entrar en procesos de justicia restaurativa que conlleva diferentes implicaciones. Ofrece un marco real de detección y acogida, pero también de intervención y seguimiento del mismo. La víctima podría mitigar o sanar en parte el dolor, pero siempre será una herida que nos recordará y que tenemos la obligación de defender la vida en toda su plenitud”.

Finalmente, el sacerdote ha señalado que el protocolo va orientado a “despertar la conciencia, a ir más allá”. Además, apunta que “no podemos recuperar el tiempo perdido, pero el futuro está en nuestras manos. Necesitamos detectar y ese detectar los indicios que llevan los abusos es la primera parte del protocolo, cómo actuar en la detección precoz”, ha precisado.

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