La II sesión de Atrium aborda la subsidiariedad y participación del Estado y los individuos en el mundo de hoy

La II sesión de Atrium aborda la subsidiariedad y participación del Estado y los individuos en el mundo de hoy

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El 15 de mayo de 1891 el papa León XIII compartió con el mundo la encíclica Rerum novarum, donde están condensados los principios de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI).

La II sesión de Atrium aborda la subsidiariedad y participación del Estado y los individuos en el mundo de hoy

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En aquel entonces, en un clima de fuertes tensiones políticas, de cambio en las dinámicas del mundo rural con las urbes y la relación de los países europeos con las colonias repartidas por todo el globo; en pleno auge de la segunda revolución industrial y en las modificaciones, irreversibles, del modelo de producción y del contrato social, la Iglesia hizo una apuesta decidida en el intento de iluminar aquella época de profundas transformaciones.

La encíclica comienza de la siguiente manera:

"Despertado el prurito revolucionario que desde hace ya tiempo agita a los pueblos, era de esperar que el afán de cambiarlo todo llegara un día a derramarse desde el campo de la política al terreno, con él colindante, de la economía. En efecto, los adelantos de la industria y de las artes, que caminan por nuevos derroteros; el cambio operado en las relaciones mutuas entre patronos y obreros; la acumulación de las riquezas en manos de unos pocos y la pobreza de la inmensa mayoría; la mayor confianza de los obreros en sí mismos y la más estrecha cohesión entre ellos, juntamente con la relajación de la moral, han determinado el planteamiento de la contienda. Cuál y cuán grande sea la importancia de las cosas que van en ello, se ve por la punzante ansiedad en que viven todos los espíritus; esto mismo pone en actividad los ingenios de los doctos, informa las reuniones de los sabios, las asambleas del pueblo, el juicio de los legisladores, las decisiones de los gobernantes, hasta el punto que parece no haber otro tema que pueda ocupar más hondamente los anhelos de los hombres".

Si bien por aquel entonces pensadores, políticos y escritores como Hilarie Belloc o G.K. Chesterton, basándose precisamente en la Rerum novarum, vislumbraron el distributismo como una tercera vía económica alternativa al socialismo y al capitalismo ?en pugna desde entonces por hacerse con los sistemas políticos y económicos, habiendo sofisticado su implantación en los regímenes democráticos y comunistas?, 131 años después, en el mundo que hemos heredado, sigue latente entre los rescoldos de la crispación, la confrontación y la falta de significación individual y comunitaria la necesidad de un repensamiento profundo sobre nuestro rol en el mundo y nuestra relación con los demás.

Es en este contexto que desde Atrium, una iniciativa de formación, reflexión y diálogo sobre cuestiones sociales y políticas desde una perspectiva católica, se ha querido abordar en cuatro sesiones telemáticas los principios y fundamentos de la DSI.

Precisamente, en la noche de ayer, el profesor doctor en derecho Ricardo Calleja y el sacerdote Carlos Pérez Laporta ahondaron ante una auditorio virtual de 37 participantes sobre algunas de estas cuestiones.

"Debemos evitar identificar el bien común con el interés de la comunidad política".

Ricardo Calleja: "El lenguaje del bien común es un idioma lleno de falsos amigos"

Durante la primera parte de la exposición del profesor de la Universidad de Navarra, se abordaron algunas de los puntos recogidos en su tribuna de opinión en la versión digital de el diario El Mundo del pasado 9 de abril.

Bajo el título de Falsos amigos del bien común, Calleja va desgranando, en el contexto de pandemia que estamos viviendo, la operatividad de los partidos políticos y sus pretensiones al camuflar en las nuevas palabras totémicas "bien común" su perversidad ideológica, que lejos del sentido etimológico y de aplicación de ambos conceptos, busca la asociación de esta meta, profundamente enraizada en el corazón de los hombres de bien, a estructuras que obedecen a intereses exclusivamente partidistas.

Tal y como expone en el texto, "debemos evitar identificar el

con el interés de la

Para Calleja, "l

".

Es necesaria una implicación desde todos los ámbitos anteriormente mencionados ?la Iglesia tiene algo que decir en todo esto?, para llevar a cabo esta necesaria transformación que garantice de forma integral la libertad de los hombres y que permita vertebrar una comunidad que vele por el auténtico bien común.

Carlos Pérez Laporta: "Sin el punto de vista del otro, sin su pedagogía, no puedo crecer"

Por otro lado, el licenciado en Teología, Derecho y Ciencias Políticas, el sacerdote de la archidiócesis de Barcelona Carlos Pérez Laporta, quiso hablar de la subsidiariedad, de educación, sobre la necesidad de cambiar la dinámica de poder de arriba-abajo, y sobre el valor simbólico de Cristo, "

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Regenerar las relaciones del hombre consigo mismo, con Dios y con la comunidad. El principio de