Homenaje al sacerdote gallego Jesús Trigo por sus 50 años de sacerdocio: “Fue una sorpresa muy emocionante”
El pueblo de Suegos agradeció la labor del sacerdote con una fiesta a la que acudieron más de 400 personas y en la que al sacerdote se le hizo entrega de una placa conmemorativa
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Jesús Trigo, sacerdote perteneciente a la diócesis de Lugo recibió este sábado un afectuoso homenaje del pueblo de Suegos (Lugo) con motivo del 50 aniversario de su ordenación sacerdotal. Lleva 31 años en la zona más rural de Galicia y ECCLESIA ha podido hablar con él para saber cómo vivió un acontecimiento tan especial.
Comenta que ya en las fiestas patronales, que fueron en agosto, empezaron a planear este homenaje. “Fue bastante numerosa la asistencia.
. Me emocionó porque me mostraron el cariño que tenían después de estos 50 años. En esta zona llevo ya 31 años. Por aquí pasa el Camino primitivo de Santiago y es una zona de gente mayor, con tendencia a la despoblación y es gente mayor que necesita también cariño y que el sacerdote sea cercano”.
Predicar con el ejemplo
Explica que a lo largo de los años ha intentado hacer más fácil la vida de la gente que le rodea y apuntilla que “yo soy de esas personas que más de predicar con la palabra predica con el ejemplo, porque la experiencia deja más testimonio. Estar encarnado en sus problemas, la realidad de su vida y en sus dolencias, sobre todo en estos últimos años con la pandemia, para mí es el ejemplo que das a la gente”.
Respecto al pueblo indica que está “muy agradecido porque no esperaba la multitud que asistió. Cuando responde el pueblo a algo que el mismo pueblo ve que es un testimonio de vida con ellos, y no por ellos, es muy emocionante. Cuando yo preparo a los niños de catequesis para la primera comunión les digo que yo no les doy catequesis, sino que yo hago catequesis con ellos, para que se sientan más animados y tengan más dinamismo y alegría”.
Cariño a las personas mayores
“La gente de las zonas rurales agradece mucho la cercanía porque poco a poco han ido perdiendo los clásicos maestros de escuela, ven que van desapareciendo los sacerdotes, porque a cada uno ya nos toca una media de 7-8 parroquias y también han desaparecido los cuarteles de la guardia civil. Al final la vida se va apagando en estos sitios y los mayores necesitan ese cariño por parte de todos”.