Entrar en el corazón de la Navidad, por Jesús Murgui Soriano, obispo de Orihuela-Alicante
Entrar en el corazón de la Navidad, por Jesús Murgui Soriano, obispo de Orihuela-Alicante
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Entrar en el corazón de la Navidad, por Jesús Murgui Soriano, obispo de Alicante
En estos días de Navidad, celebramos que Dios vino a nosotros. El nacimiento de Jesús, Hijo de Dios, en Belén de Judá, es manifestación de hasta qué punto Dios nos ama. El Hijo de Dios, viniendo a nosotros, hace posible que lleguemos a ser hijos de Dios. Pensar detenidamente esto, celebrar y vivir este acontecimiento y sus consecuencias es algo tan grande que es transformador de nuestras vidas. Así, la gracia de la Navidad, en quien se deja tocar por ella, genera una corriente real de bondad y cercanía hacia el Señor y hacia las personas, una corriente afectada de entrañable verdad y calidez en nuestras relaciones a todos los niveles.
Quiero animaros a cuidar mucho estos días la cercanía con Dios, especialmente en la oración que brota de las celebraciones de la Iglesia, sobre todo en torno a la Eucaristía, donde Él sigue viniendo real y plenamente a nosotros. Así como la cercanía hacia los que nos rodean, tanto en nuestras familias como en las comunidades cristianas y humanas de las que somos parte, aproximándonos a quienes puedan tener más necesidad de sentirnos cerca: quienes sufren, están enfermos, son marginados, son muy mayores o están solos.
También os animo a que en estos días últimos del año 2014 no cesemos de dar continuas gracias a Dios por tanto bien con el que ha bendecido este año a nuestra Iglesia Diocesana de Orihuela-Alicante, especialmente en el marco luminoso de la conmemoración de los 450 años de nuestro caminar como Diócesis en esta querida tierra sirviendo a la fe en nuestro pueblo. Y pidámosle a Él un año 2015 lleno de bienes para nuestra sociedad, afectada por profundas necesidades, y para nuestra Diócesis, llamada a discernir caminos de misión desde la alegría del Evangelio, como nos pide por medio del Papa Francisco.
En fin, en estos tiempos y en estas fiestas, no nos enfriemos en la esperanza y el compromiso. Redoblemos ilusión y empeño ante las necesidades, porque Él ha nacido, ha venido a nuestra historia y no se ha ido, sigue viniendo a nuestras vidas, a nuestra Iglesia, a nuestro mundo. Sigamos dándole posada, dejándole nacer, ayudándole a venir a nuestra existencia y a un mundo necesitado de su luz, su cercanía, su amor.
No os dejéis anular en la fe y en la caridad por el revestimiento consumista o superficial de estas fechas, entrad en el corazón de la Navidad. María nos enseña con su ejemplo, que, teniendo un corazón abierto a la fe y al amor, en el que Dios y los demás pueden entrar, la Navidad es posible y real.
Dios os bendiga a todos.
¡Feliz Navidad! ¡Bon Nadal!
? Jesús Murgui Soriano
Obispo de Orihuela-Alicante