El cardenal Osoro inaugura la Casa Fratelli Tutti de Sant’Egidio en Madrid: “Espacio de acogida y solidaridad”

El arzobispo de Madrid alaba el empeño de la Comunidad de Sant'Egidio por construir "la casa del padrenuestro"

Por Redacción Religión

Tiempo de lectura: 2' Actualizado 18:49

Destaco el empeño que habéis tenido siempre pensando en los que más necesitan. Es necesario tener lugares donde podamos ver con nuestros propios ojos que la fraternidad se puede construir”, con estas palabras se expresó el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, durante la inauguración de la Casa Fratelli Tutti de la Comunidad de Sant’Egidio, un espacio de “acogida y solidaridad en Madrid”.



En el acto, celebrado en el patio del edificio ante decenas de personas, el cardenal Osoro reconoció que cuando pensaba en la casa, el corazón se le iba a la oración del padrenuestro. “Convencer a este mundo y a todos los que vivimos en él de que somos hermanos convencerles de que esa es una cuestión de Dios, a quien llamamos Padre, y esa palabra nos hace ver en los demás a hermanos”.

“La casa del padrenuestro”

El prelado continuó afirmando que “esta casa creo que nace también con el propósito de recuperar la dignidad de hijos de Dios. Habéis tenido el empeño de que en Madrid, en el centro de Madrid, haya una casa que nos recuerde que es la casa del padrenuestro”.



Por último, volvió a agradecer a la Comunidad de Sant’Egidio su labor, indicando que “Madrid no sería lo que es sin esta comunidad que aporta algo que no es un sueño, es una realidad: hacer posible un mundo de hermanos, de paz”. Y concluyó resaltando la Escuela de Paz, para niños, que significa “construir hombres y mujeres que sepan rezar el padrenuestro”.

Sobre la nueva Casa Fratelli Tutti

La Casa Fratelli Tutti se ha inaugurado en un edificio cedido por la archidiócesis de Madrid a la Comunidad de Sant’Egidio en la calle Larra, en el centro de Madrid. Las obras de rehabilitación lo han convertido en un espacio de convivencia y punto de encuentro entre jóvenes, niños y ancianos. Gentes diversas “unidas por un mismo sueño: una ciudad más humana y fraterna”, apunta la entidad.

El edificio consta de cinco plantas en las que habrá un centro de día para personas sin hogar con salas, cocina, lavandería y baños con duchas; un centro de formación de lengua y cultura española para refugiados y extranjeros, con diferentes aulas, biblioteca y despachos; una planta completa dedicada a casa hogar para ancianos sin recursos y sin familia; y un espacio amplio destinado a la Escuela de la Paz, para niños y jóvenes.