Fernando de Haro: "Siendo cristiano se vive más humanamente"
Fernando de Haro: "Siendo cristiano se vive más humanamente"
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Fernando de Haro ha pasado la mitad de su vida en Córdoba. Nacido en Madrid, se considera "absolutamente cordobés". Aquí ha pasado los años en que se desarrolla toda la sensibilidad aprendida primero en el Colegio Alzahir y más tarde en la facultad de Filosofía y Letras donde empezó la carrera de Derecho que terminó en Puerta Nueva.
espués realizó los estudios de periodismo en Madrid y ahora dirige
. Es autor de varios libros y documentales.
m es su última obra y esta semana ha estrenado en Madrid Nínive, un documental que retrata la esperanza de cristianos perseguidos en la basta llanura cerca de Mosul.
¿Qué recuerdos tiene de la Córdoba de los años en que vivió aquí?
Conservo el modelaje de mi personalidad. Córdoba es una ciudad que está viva, es una apertura a la tradición recibida con el deseo de actualizarla. Tiene una fuerte identidad local pero no está cerrada en sí misma y eso te marca mucho. La Córdoba que yo viví era una ciudad que seguía el pulso de lo que ocurría en el mundo. Era frecuente saber qué estaba pasando en el resto de Europa y entonces no había la facilidad para viajar de ahora.
Compagina su trabajo en la dirección de la Mañana Fin de Semana con obras que retratan la vida del cristiano perseguido. En Tierras de Boko Haram es el más reciente
Quise acercarme a la realidad del mundo árabe. Sobre el tema de Al Andalus yo sufrí una construcción ideológica, durante los años setenta y ochenta se construye un mito sobre lo que era Al Ándalus donde había mucha ideología, poca historia y poca experiencia real de relación con el mundo árabe. Córdoba en los años ochenta construyó un arabismo de salón e ideológico fabricado por profesores universitarios e intelectuales, muchos de ellos más pendientes de sus esquemas mentales que de la realidad. He tenido la ocasión de recuperar el mundo árabe real y no el creado por el arabismo de salón que solo tenían la pretensión de atacar la cultura cristiana.
¿Cómo empieza esa incursión en el mundo árabe qué le ha permitido escribir libros y producir documentales?
Estos trabajos me han propiciado experiencias personales y periodísticas que me han permitido superar esos arquetipos abstracto que no aterrizan en el mundo árabe real que es Islam, pero también es minorías cristianas y mucho más complejo que el mito creado sobre Al Andalus de la que se habla mucho pero se tiene poco contacto porque no se va a los textos, no se sabe qué supuso. Ya está bien de ciertas formas de propaganda que no han hecho las cuentas, por ejemplo, de cómo se construye la que ahora es Catedral y fue Mezquita, de las huellas estéticas siriacas en la Mezquita, se quería defender una tolerancia exacta que no es real y se quiso disolver las identidades.
Nínive es un documental que nos acerca a la vida del cristiano perseguido ¿qué le ha impulsado en este trabajo?
El pasado se entiende a través del presente. Nínive es un documental que recoge la historia de cuatro cristianos que tuvieron que huir de sus pueblos junto a Mosul. En la llanura de Nínive hay una serie de pueblos cristianos que han sufrido una persecución terrible de los radicales del Daesh. Estuve en la llanura de Nínive cuando se estaban librando los combates para liberar la llanura, son personas desplazadas fuera de sus ciudades, acompañé a cuatro personas a sus casas que estaban saqueadas, recreamos la historia de una noche terrible cuando tuvieron que abandonar sus casas en 2014. Es el relato de un genocidio y la denuncia sobre el terreno de las casas destruidas y quemadas y junto a este retrato terrible el testimonio de esas personas que en medio de esa tormenta de mal y de destrucción, equiparable a lo que provocaron los totalitarismos en la Europa del siglo XX, transforman la destrucción en positividad.
Y una experiencia de perdón y fortaleza frente a nuestro modo de vida tan proclive al rencor.
Es sorprendente cuando se produce una prueba intensa hay gente se acerca o distancia de Dios. Al acercarse más a Dios se generan elementos de paz, misericordia, encuentro con el otro.
¿Qué significa para usted esta experiencia de fe compartida con los cristianos perseguidos?
Empecé hacer la película como una denuncia pero es a la vez una ocasión para comprobar la conveniencia humana del cristianismo, algo que necesito recuperarlo constantemente. He sido testigo de hechos similares a los del Evangelio, uno ve desplegarse en el siglo XXI la humanidad de Jesús como se desplegaba en el siglo primero. Me interesan estos cristianos porque tienen esa extraordinaria humanidad que refleja la humanidad de Jesús, conveniente y razonable para mí. Soy cristiano por conveniencia humana, porque siendo cristiano se vive más humanamente. Gracias a estos testimonios estamos delante de la extraordinaria humanidad que refleja la humanidad de Jesús. Los cristianos perseguidos prolongan la presencia de Jesús en la Tierra.