La estrella de Hollywood que revela el gesto de un sacerdote durante una de las peores masacres de la historia

Un conflicto de calado obligó a este actor dejar de lado durante unos años la 'Gran Pantalla'

Redacción Religión

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Los amantes del cine clásico sin duda recuerdan a uno de los grandes galanes que han pasado por Hollywood: David Niven, ganador de un Óscar en 1958 por el film 'Mesas separadas'. 'Rebelión a bordo', 'La pantera rosa' o 'La vuelta al mundo en ochenta días' fueron otros de los títulos que elevaron a los altares del Séptimo Arte a este atractivo británico.

Lo que pocos saben es que, David Niven, ya como actor, tuvo que aparcar por un tiempo su carrera en la 'Gran Pantalla' para combatir durante la II Guerra Mundial en el bando británico contra la Alemania nazi. Alcanzó incluso el grado de teniente coronel. Corría el año 1940.

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David Niven estaba a cargo de una unidad que tenía dos características: una enorme movilidad (para estar en todas partes) y el uso profesional de las comunicaciones radiofónicas. El asistente de Niven era muy joven, de 23 años. Había nacido en Londres a pesar de tener un nombre muy sospechoso en aquélla época: Peter Alexander Freiherr von Ustinov, un escritor que participó en la contienda como enfermero en un puesto de ambulancias.

La unidad de Niven era semisecreta, por lo que le pusieron de sobrenombre de "Phantom" ('Fantasma'). La unidad se encontraba en Dunkerke (Francia) cuando les avisaron para participar en el rescate de más de 3.000 personas que estaban atrapadas en el puerto de Saint-Nazaire, en la desembocadura del Loira. Entre ellos había soldados de la Real Fuerza Aérea británica, trabajadores de la Cruz Roja, conductores de ambulancia, cientos de mujeres y las familias de la embajada de París con sus niños.

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Para su rescate, el Gran Bretaña había enviado el 'Lancastria', un transatlántico comandado por el Gobierno británico que fue hundido por cuatro bombas lanzadas por aviones alemanes el 17 de junio de 1940.

Su hundimiento supuso el mayor número de pérdidas humanas en un barco británico, más que la suma entre el Titanic (1.198 personas) y el 'Lusitania' (1.198). A bordo de aquel barco se encontraba un sacerdote que sacrificó su vida para acompañar a un grupo de pasajeros del barco 'Lancastria'. En el libro autobiográfico 'Más cerca, mi Dios', el escritor estadounidense William Buckley atribuye esta historia al actor David Niven.

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Tal y como relataba Buckley a través del testimonio de Niven, mientras el barco se hundía como consecuencia de las bombas, en la bodega del barco había varios cientos de soldados. No tenían posibilidad de salir de allí. En ese momento, apareció el citado sacerdote católico, con el uniforme de la Real Fuerza Aérea. Se sujetó de una cuerda y se dejó caer en la bodega para dar aliento y ayudar a los cientos de hombres en su última y fatídica hora. Todos ellos murieron.

Winston Churchill habría escondido la noticia de las muertes de miles de hombres (se estima que fueron más de 4.000) para no dañar la moral del pueblo británico.

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