Una guía: La Doctrina Social de la Iglesia

Una guía: La Doctrina Social de la Iglesia

Agencia SIC

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Mons. Jaume Pujol Konrad Adenauer, canciller de Alemania después de la II Guerra Mundial, fue perseguido por Hitler, ya que había desafiado al nazismo siendo alcalde de Colonia. Por tal motivo tuvo que pasar los años de dominación nazi escondido por miedo a su detención y fusilamiento. En uno de sus escondrijos, el monasterio de Maria Laach, entretuvo su tiempo en leer documentos de la biblioteca. Entre ellos, las encíclicas "Rerum Novarum", de León XIII, de 1891, y "Quadragesimo Anno", de Pío XI, de 1931. Extrajo ideas que le fueron muy útiles para fundar el partido Demócrata-Cristiano alemán.

Ambas encíclicas forman parte principal de lo que se llama Doctrina Social de la Iglesia, documentos de inspiración cristiana basados en valores evangélicos y que se pronuncian sobre la sociedad de cada momento. Estos documentos se refieren a las relaciones laborales, a la pobreza en el mundo, a la paz, al progreso, al capitalismo y al marxismo, y son bien conocidas sus aportaciones sobre la ley natural, el principio de subsidiariedad, la defensa de la vida humana, etc.

Los católicos han leído y meditado estos textos que se han divulgado mucho, como las encíclicas "Mater et Magistra" y la "Pacem in Terris", de Juan XXIII y la "Laborem Exercens" y "Centessimus Annus", de Juan Pablo II, por citar algunos.

Desde el año 2005 existe un Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, que el cardenal Martino presentó en diversos países. Resume esta doctrina que algunos ven como una tercera vía entre capitalismo y socialismo, pero que en realidad va más allá, ya que basa la acción política en verdades últimas que deben servirle de guía, aunque puedan tener las lógicas concreciones propias de un pluralismo saludable. La defensa de la vida y de la conciencia personal están en primer plano, ya que, como dice la "Centessimus Annus" (n. 46) "si no existe una verdad última, la cual guía y orienta la acción política, entonces las ideas y las convicciones humanas pueden ser instrumentalizadas fácilmente para fines de poder. Una democracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto, como demuestra la historia".

Como muestra de la Doctrina Social de la Iglesia, acabo recogiendo un párrafo del Compendio: "Dios ha destinado la tierra y sus bienes en beneficio de todos. Esto significa que cada persona debería tener acceso al nivel de bienestar necesario para su pleno desarrollo. Este principio tiene que ser puesto en práctica según los diferentes contextos sociales y culturales y no significa que todo está a disposición de todos. El derecho de uso de los bienes de la tierra es necesario que se ejercite de una forma equitativa y ordenada, según un específico orden jurídico. Este principio tampoco excluye el derecho a la propiedad privada. No obstante, es importante no perder de vista el hecho de que la propiedad sólo es un medio, no un fin en sí misma".

? Jaume Pujol Balcells

Arzobispo metropolitano de Tarragona y Primado