Tener fe es creer que Dios me ama

Tener fe es creer que Dios me ama

Agencia SIC

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Mons. Joaquín María López de Andújar San Juan en su primera carta dice: "Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él". Y san Juan de Ávila solía repetir continuamente: "Sepan todos que nuestro Dios es amor".

a fe cristiana es mucho más que el simple creer que Dios existe. Para llegar a esa conclusión no hace falta tener fe. Hay muchos pensadores en la historia que, razonando sobre la maravilla del mundo, han llegado a la conclusión de que debe de existir "Algo" que esté en el origen de todo, porque,si no existiera, sería muy difícil explicar el orden del mundo y su belleza.

La vida es un misterio fascinante, y no es de extrañar que sean muchos, en

las más diversas culturas y épocas, los que hayan llegado a la conclusión de

que Dios existe. Pero la fe cristiana es más que creer eso. Es creer que se ha

manifestado en la historia, que ha establecido una Alianza con el pueblo de

Israel y que esa Alianza ha alcanzado su plenitud en Cristo, convocando a todos

los hombres y a todos los pueblos. Por eso, tener fe no es sólo creer que Dios

existe; es entrar a formar parte de esa Alianza y tener una relación personal con

Dios, una relación de tú a tú, de amigo a amigo. Una relación de amor.

Por eso hemos de tener muy presentes en nuestra mente y en nuestro corazón

las palabras de san Juan: "Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene

y hemos creído en Él. Dios es amor y quien permanece en el amor, permanece

en Dios y Dios en él".

Pensar que Dios me ama supone creer que Dios quiere una relación personal

conmigo, y supone también saber que esa relación es posible porque Dios se ha

hecho hombre en Jesucristo y, con su humanidad glorificada, está presente en

medio de nosotros y en cada uno de nosotros.

Creer en Dios significa creer que quiere que le conozca y le ame y que quiere

salvarme de una vida sin sentido y de la misma muerte. Darse cuenta de esto

es un gran regalo, porque el llegar a creer que Dios existe podemos hacerlo

con nuestros razonamientos y nuestras fuerzas. Pero para estar seguro de que

Dios me ama es necesario que sea Él mismo quien me lo diga, y para ello tengo

que estar abierto a su Palabra, a su Revelación, y tengo que aceptar que esa

Palabra, esa Revelación, se ha ido desarrollando en la historia, está contenida

en la Biblia, ha llegado a su plenitud en Jesucristo y, a lo largo de la historia,

con asistencia del Espíritu Santo, ha sido custodiada y transmitida por la Iglesia

hasta llegar a nosotros. Dejemos entrar en nuestra vida esta maravillosa noticia

capaz de llenarnos de luz y de esperanza: "Dios es amor y el que permanece en

el amor, permanece en Dios y Dios en él". Creer esto es tener fe.

+ Joaquín María López de Andújar

Obispo de Getafe