Consagración episcopal en Mondoñedo-Ferrol

Rezad para que realice con espíritu evangélico este servicio apostólico

Tiempo de lectura: 6' Actualizado 17 mar 2017

Monseñor Luis-Ángel de las Heras

A las 11 de la mañana, la Catedral de Mondoñedo se vestía de gala para acoger la Consagración Episcopal y toma de posesión del sacerdote claretiano, Luis Ángel de las Heras Berzal, como nuevo obispo de Mondoñedo-Ferrol. La Misa ha estado presidida al principio por Monseñor Julián Barrio, Arzobispo de Compostela, que ha oficiado como consagrante principal. Una vez hecha la consagración y toma de posesión, el nuevo Pastor de esa Iglesia Particular ha pasado a presidir la Celebración Eucarística como prescribe el Ritual. La Santa Misa ha estado concelebrada por un nutrido grupo de obispos, entre los que se encontraban el Nuncio Apostólico de S.S. en España Monseñor Renzo Fratini, además del Cardenal-Arzobispo de Valladolid y Presidente de la CEE, Monseñor Ricardo Blázquez, y el Cardenal-Arzobispo Emérito de Pamplona, el también claretiano Monseñor Fernando Sebastián Aguilar, así como el obispo emérito de esa Diócesis José Gea Escolano y Manuel Sánchez Monge, actual prelado de Santander, estos dos últimos pastores, inmediatos antecesores de Monseñor de las Heras. Los actos daban comienzo a las 9.15 de la mañana cuando el nuevo obispo llegaba procedente de Ferrol a Mondoñedo. Tras un momento de oración ante La Santísima Virgen de los Remedios, ha realizado a pie el recorrido por las calles hasta la Catedral donde, una vez ha orado ante el Santísmo, ha dado comienzo la Celebración Eucarística. Tal y como prescribe el Ritual, al inicio de la misma se han mostrado las letras de la Bula, leída a continuación en la que se nombra al Padre Luis Ángel de las Heras, nuevo obispo de la Diócesis mindoniense. En la Homilía, el Arzobispo de Compostela, ha destacado la misión del obispo al servicio de la caridad evangélica. Posteriomente ha venido el momento de la ordenación episcopal y la Misa ha seguido como de costumbre. Antes de terminar han pronunciado unas palabras el Nuncio Apostólico donde ha mostrado gratitud por su entrega al nuevo obispo, como a sus inemdiatos antecesores, en nombre del papa Francisco, al tiempo que ha pedido la oración de todo el Presbiterio y los diocesanos para sustentar al nuevo Pastor. Seguidamente han hablado el Padre Gonzalo Fernández Sanz, Vicario General de los claretianos y la nueva Presidenta de CONFER, María Rosario Ríos. Por último dirigió unas palabras el nuevo obispo, que fueron estas: «Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales» (Ef 1,3).«¡Bendito sexa o Deus e Pai do noso Señor Xesús Cristo, que por medio de Cristo nos bendiciu no ceo con toda clase de bendicións do Espírito!» (Ef 1,3).Doy gracias a Dios, Padre Hijo y Espíritu Santo, que nos ha envuelto en su misericordia y amor. Le doy gracias por este ministerio que he recibido de Él para servir a su Pueblo en esta Iglesia particular de Mondoñedo-Ferrol y, a través de esta, en la Iglesia Católica universal.Doy gracias a la Virgen Madre de Dios y Madre nuestra, Nuestra Señora de los Remedios, a cuyo Corazón Inmaculado, como hijo suyo que quiero ser siempre, encomiendo todos los dones recibidos; hoy, particularmente, el don del ministerio episcopal. Ella me enseña a ser discípulo de Jesús e inspira mi amor por los pobres y sencillos.Quiero manifestar mi comunión con toda la Iglesia, con el papa Francisco, a quien expreso mi adhesión a través del Sr. Nuncio aquí presente, D. Renzo Fratini y le agradezco humildemente la misión que me ha encomendado. Recemos por él y rezad también por mí para que realice con espíritu evangélico este servicio apostólico.Os saludo con cercanía fraterna queridos hermanos: Sres. cardenales, arzobispos y obispos presentes. Algunos han hecho un gran esfuerzo para acercarse a Mondoñedo que confío les sea recompensado. Saludo con mi mayor consideración a D. José Gea, obispo emérito de esta diócesis y a D. Manuel Sánchez mi inmediato predecesor. Saludo al Sr. Secretario General de la Conferencia Episcopal. Saludo cordialmente a las autoridades civiles y militares con quienes trabajaremos por el bien común de nuestros pueblos. Saludo con cariño a mis familiares. Permitidme un recuerdo alegre y esperanzado de mi madre, Isabel, que falleció hace poco más de un año y disfruta hoy de este día, libre ya de las preocupaciones humanas. Saludo a tantos amigos, personas consagradas, vicarios y sacerdotes de otras diócesis, en especial las diócesis gallegas y la archidiócesis de Madrid. Saludo con cercanía y aprecio a la Presidenta, Vicepresidente, Secretaria y demás miembros de CONFER; a los hermanos claretianos de España, Francia, de la misión del Este de Asia -China y Japón- y del Gobierno general, encabezados por el P. Vicario General.Saludo a las personas con discapacidad del Hospital San Pablo de Mondoñedo y a los amigos de la cárcel de Teixeiro. Otros amigos, en hospitales y cárceles de otros lugares, también tienen mi recuerdo hoy aquí y algunos han expresado su deseo de estar presentes en espíritu. Para vosotros, para quienes vosotros nos recordáis como preferidos de Dios, quiero ser cercano hermano y amigo.A todos os agradezco el esfuerzo de participar en esta celebración, vuestra oración, que tanto me ayuda y vuestra compañía. Muchas son las personas que están siguiendo esta celebración por radio y televisión. A quienes nos estáis viendo o escuchando os envío un caluroso saludo. Por supuesto, una palabra de enorme gratitud a los profesionales de la comunicación por el trabajo para cubrir tan magníficamente este evento.También han enviado sus saludos muchos claretianos y otras personas de diferentes lugares del mundo, entre los que destaco, por la distancia física de alguien cercano, a un anciano misionero en Perú, hermano de mi madre: el P. Frutos Berzal.GALEGO: Quero facer unha mención especial, con toda a miña gratitude, a D. Antonio Rodríguez Basanta, Administrador Diocesano ata hai uns intres. Igualmente aos membros do Colexio de consultores, ás comisións, aos traballadores, aos responsables da seguridade, a tódolos que preparástedes con tanto esmero, agarimo e acerto esta xornada, así coma a espléndida e extraordinaria acollida de toda a diocese.CASTELLANO: Quiero hacer una mención especial, con toda mi gratitud, a D. Antonio Rodríguez Basanta, Administrador Diocesano hasta hace unos momentos. Igualmente al los miembros del Colegio de consultores, a las comisiones, a los trabajadores, a los responsables de seguridad, a todos los que preparasteis con tanto esmero, cariño y acierto esta jornada, así como la espléndida y extraordinaria acogida de toda la diócesis.GALEGO: O meu máis entrañable saúdo vai dirixido a esta querida comunidade diocesana de Mondoñedo-Ferrol. Aos maiores, ás familias, á xuventude e aos nenos. A todos e cada un dos leigos. Aos sacerdotes, seminaristas e persoas consagradas. Fago miñas as vosas preocupacións e esperanzas. Agradézovo-las mensaxes de benvida e de ledicia que me enviástedes durante este tempo. Así é moi doado sentirse acollido. Correspóndovos co meu ofrecemento incondicional. Ábrovo-las portas con caridade e benignidade, sabendo que a casa do bispo é a casa de todos, como di santo Isidoro. Pero, sobre todo, tedes aberto o meu corazón, onde ben cabedes todos.CASTELLANO: Mi más entrañable saludo va dirigido a esta querida comunidad diocesana de Mondoñedo-Ferrol. A los mayores, a las familias, a la juventud y a los niños. A todos y cada uno de los laicos. A los sacerdotes, seminaristas y personas consagradas. Hago mías vuestras preocupaciones y esperanzas. Agradezco los mensajes de bienvenida y de alegría que me enviasteis durante este tiempo. Así es muy fácil sentirse acogido. Os correspondo con mi ofrecimiento incondicional. Os abro las puertas con caridad y benignidad, sabiendo que la casa del obispo es la casa de todos, como dice san Isidoro. Pero, sobre todo, tenéis abierto mi corazón, donde bien cabeis todos.Apacéntame, Señor, apacenta Ti comigo. Desde el primer momento supe que recibía del Dios que nos mira con Misericordia un regalo de incalculable valor. Y comprendí que me tenía que dejar apacentar por el Buen Pastor y que solo podía ser pastor si Él apacentaba conmigo, pidiéndole que pusiera sus palabras en mis labios. He recibido un don precioso, el don del Espíritu, para servir con mayor exigencia, mayor entrega, mayor compromiso, mayor ilusión, mayor esperanza. Los apóstoles, en cuyo colegio he sido incluido inmerecidamente, culminaron la entrega de su vida con el derramamiento de su sangre. He de estar dispuesto a darlo todo, hasta las últimas consecuencias, permaneciendo unido a la Vid, al Maestro, al Buen Pastor. He de vivir esta entrega con alegría. Los mártires cristianos daban alegres su vida, porque era lo máximo que podían alcanzar: morir por y como Cristo. Entre ellos me iluminan con intensa luz mis hermanos claretianos mártires, sobre todo los de Barbastro, quienes demuestran que la grandeza del encuentro con Cristo es la que permite ir alegres al martirio, derramando la sangre como signo de perdón y de esperanza.Dejémonos apacentar por el Buen Pastor para experimentar la alegría que surge del encuentro con Él, haciéndonos llegar su amor y su misericordia. Mondoñedo-Ferrol tiene una gran historia por la que dar gracias y reconocer que Dios ha estado grande con esta diócesis desde sus orígenes, en el primer milenio cristiano, hasta hoy. Igualmente tiene un presente que se viste de esperanza para construir un gran futuro en el que reconocer la acción de Dios en su Pueblo, en cada bautizado. Que seamos capaces de encender corazones apagados, desalentados o indiferentes, y proclamemos, con renovado entusiasmo, el Evangelio de la misericordia en estas tierras. Cada cristiano ha de ser faro de luz que alumbre sus sendas y sus mares. Así haremos de nuestra comunidad diocesana una ciudad luminosa, ejemplar y solidaria. Irradiemos alegría desde la fe. Seamos testigos del Dios de Jesucristo, Dios de la misericordia y del amor, Dios de todo consuelo.Que a Nosa Señora dos Remedios, San Rosendo, San Xián e San Antonio María Claret iluminen os nosos pasos da fe, esperanza e caridade. Conto con todos para continuar construíndo a Igrexa segundo o corazón misericordioso de Deus, neste fermoso lugar cheo de tan boa xente, que é Mondoñedo-Ferrol. ¡Axudádeme todos a medrar en fraternidade, en servicialidade, en amizade e en santidade! ¡Moitas grazas! Que Nuestra Señora de los Remedios, San Rosendo, San Julián y San Antonio María Claret iluminen nuestros pasos de la fe, esperanza y caridad. Cuento con todos para continuar construyendo la Iglesia según el corazón misericordioso de Dios, en este hermoso lugar lleno de tan buena gente, que es Mondoñedo-Ferrol ¡Ayudadme todos a crecer en fraternidad, en servicialidad, en amstad y en santidad! ¡Muchas gracias!