Tomás Cano es una de las historias con final feliz que nos ha dejado la pandemia. En Tiempo de Juego le hemos bautizado como 'el renacido'.

Este domingo, Tomás Cano le contó a Paco González cómo fue su desagradable experiencia en el Hospital de la Zarzuela, donde ingresó el pasado mes de marzo tras haberse desmayado en casa: "No tenía otros síntomas, solamente un cansancio fuerte e iba algo mal al baño". Se quedó ingresado con una neumonía bilateral. No tardaron mucho en bajarle a la UCI. Su mujer recibía una llamada al día: "Si te llaman dos veces, malo". Estuvo ocho días sedado e intubado.

"El momento que más miedo pasé fue cuando me bajaban a la UCI: "Bajé consciente y por mi propio pie. No soy creyente, pero mi mujer se plantó la Virgen de Montserrat y le puso una vela, a algo te aferras. El 19 de marzo cumplía 42 años".

Califica su despertar como "dramático porque mi cabeza estaba en un tiroteo, me estaban disparando y un hombre que pasaba a mi lado me dijo ‘tose, tose’, era como un mal sueño muy real. Tenía muchas caras mirándome porque era la primera extubación que hacían en La Zarzuela".

Aún duerme mal: "Ayer por la noche me dormí casi a las 5 de la mañana y me venía el recuerdo de la sedación entrando en vena. Tengo bastante miedo a dormirme", confesó.

Entró con 124 kilos, perdió 10 durante esos días, pero bromea: "Con esto del confinamiento se cogen rápido".