La guerra en Ucrania o la isla de La Palma; la MBFW, fiel a la realidad

Con un minuto de silencio en favor de la paz ha comenzado la 75 edición de la pasarela madrileña en la que la modelo ucraniana, Samy, ha sido la protagonista de los desfiles de Pedro del Hierro y Agatha Ruiz de la Prada, que abrió y cerró su colección con la bandera de Ucrania.

Como no ha podido ser de otra manera, Agatha Ruiz de la Prada ha querido apoyar a Ucrania, y para ello, ha echado mano de sus mejores alidadas: los colores.

Y en esta ocasión ha sido fácil. Con el azul y amarillo, colores de la bandera ucraniana, ha creado unas medias que ha lucido la modelo Samy, de 17 años instalada en España hace poco más de un mes, "orgullosa de lucir mis colores", ha dicho emocionada a Efe momentos antes de comenzar el desfile.

Colores y guiños con los que la pasarela de Madrid reacciona ante la invasión de Ucrania, días grises en los que la moda pasa a un segundo plano, pero también se esfuerza en brindar ilusión, color y esperanza.

Y con esa idea, Agatha Ruiz de la Prada ha presentado una colección "muy hippy, un mundo 'flower-power'", explica a la diseñadora antes del desfile en el que ha vuelto a participar el cantante de trap Omar Montes.

Tras una serie de prendas coloristas de aire retro, ha sido el momento de piezas setenteras, entre ellas, unas con pelo que recrean el momento en el que se derrite la nata y otras con el huevo frito como principal protagonista.

En su propuestas también se ha visto el mundo chandalero que se convierte en el hilo conductor de toda la colección. Así, los puños de las prendas deportivas están presentes en vestidos, faldas, o cazadoras, incluso ha sacado su mítico vestido de cintas confeccionado con los elásticos de las prendas deportivas.

Para cerrar el desfile, una propuesta de novia que ha lucido la modelo Samy, un guiño más con el que la diseñadora española expresa que las ilusiones no se deben truncar jamás.

Antes, Nacho Aguayo y Álex Miralles, directores creativos de Pedro del Hierro, han presentado "Reverse", "una colección dual que bebe de los paralelismos entre hombre y mujer", explican los diseñadores que han hecho piezas "para transmitir alegría y ganas de celebrar y vivir la noche".

Y con esas coordenadas, los diseñadores han subido a la pasarela una colección luminosa, con tejidos de mucho brillo, aplicaciones y botones joya, una explosión de optimismo y celebración, "vaya, los locos años 20 trasladados a hoy, un siglo después", detalla Aguayo.

Los diseñadores han hecho el ejercicio de poner los trajes de hombre a las mujeres para el día y el resultado ha sido una sastrería rotunda y atractiva que se acompaña de vistosos abrigos con siluetas armadas.

En la segunda parte llegaron las propuestas de noche con las lentejuelas como protagonistas. El esmoquin y los pijamas de terciopelo de aire desenfadado para el hombre y los vestidos largos y sofisticados para la mujer.

En esta jornada solidaria con Ucrania, Ynés Suelves ha debutado en la pasarela madrileña con una colección en la que impera el volumen, especialmente en las mangas de las blusas.

Mientra María José Llergo interpretaba varios temas, por la pasarela se han visto coquetos vestidos, abrigos impecables y pantalones de corte vaqueros muy ponibles.

Transformación es lo que quiere mostrar sobre la pasarela Malne, la firma compuesta por Paloma Álvarez y Juanjo Mánez, que han realizado una presentación en la que han ido cambiando el vestuario de las modelos en directo."Es una colección muy conceptual con la que pretendemos hacer una reflexión sobre la moda", han señalado.

Piezas ricas en tejidos de diseño futurista, donde aparecen bordados sobre neoprenos, plumas y pedrería. Las perlas son el complemento estrella en 'tops', abrigos, calzado y bolsos.

Una propuesta en la que mezclan tejidos, donde los abrigos ganan doble uso al ser reversibles en piel falsa y vinilo. "La moda es un juego y queremos darle una doble vida".

Exultante, "ilusionado y agradecido" al sector de la moda por el que se siente apoyado, Domingo Rodríguez Lázaro, Dominnico, ha regresado a la pasarela con piezas que tienen una doble vertiente, "unas son más comerciales y otras más show".

El diseñador, que ha vestido a Rosalía, Lady Gaga o Rita Ora, señala que esta es la primera colección en la que incluye prendas sin género "algo que tiene mucho que ver con mi generación y mi comunidad", y para ello ha adaptado cortes y patrones en pantalones y chaquetas.

Descontextualizar el vestuario habitual de deportes como el motociclismo o el esquí le ha permitido crear piezas potentes como la que ha abierto el desfile: un pantalón y chaqueta de cuero en negro y naranja neón en la que ha fusionado diferentes técnicas "que forman parte ya de nuestro ADN", según sus palabras.

"Creo que el producto tiene que avanzar un poco más", dice, de ahí que el negro ocupe más espacio que en otras colecciones. "Vamos del rockabilly al ciberpunk", comenta, que lleva al extremo en chaquetas de "tweed" rosa con grandes y puntiagudos hombros, decoradas con tachuelas.

Un anorak de tafetán propio de esquiadores es otro de los platos fuertes de la colección, con falda estilo paracaídas, que cubre una pierna y deja otra al descubierto.

El otro eje de la propuesta del diseñador alicantino son las piezas confeccionadas en blonda, "que siempre asociaba al armario de mi madre y mi abuela", comenta, con las que ha roto la tradición en faldas de tiro hiperbajo en verde, rosa o azul.

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Los diseños de Manuel Pertegaz fueron los favoritos de la alta sociedad, la reina Sofía los lució y también celebridades como Jackie Kennedy, Ava Gardner o Audrey Hepburn.

Este jueves, el diseñador Jorge Vázquez, su director creativo, vuelve a dar brillo a la firma con la colección que ahora cuenta con clientas tan exclusivas como la reina Letizia, Zendaya o Sharon Stone.

Y en esa labor de recuperar su relevancia, Jorge Vázquez ha presentado en la edición 75 de la pasarela "Diagonal 60", una colección en la que se recuperan los estampados de Pertegaz, "todos se han reinterpretado", señala el modisto, quien asegura que "hay ganas de lucir estampados, de que sean más visibles".

Si en temporadas anteriores reinaba el "look lady", en esta ocasión priman los vestidos y faldas mini, los pantalones capri, los trajes de chaqueta, una estética inspirada en la década de los 60, "cuando la mujer empieza a trabajar, es más moderna", recuerda Vázquez.

Siluetas fluidas y patrones evasé, en los que destaca un vestido corto con plumas y flecos de cristales, un guiño al vestido que lució Salomé en Eurovisión.

Sobre la pasarela ha destacado una sastrería impecable, vistosas túnicas y divertidos monos, además de abrigos de paño bordados o aderezados piedras de cristal en cuello y bolsillo, "son muy Jackie", reconoce el diseñador gallego que, como es habitual en él, borda los trajes de noche y fiesta.

El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, ha acudido al desfile de Pablo Erroz, que celebra en esta edición su décimo aniversario en el mundo de la moda con un trabajo artesano, en el que quiere dejar reflejada la trazabilidad de cada prenda y su colaboración con la producción local.

En este caso con artesanos de la isla de La Palma para dar a conocer cómo elaboran su seda, además de con talleres de Mallorca, y así "potenciar productos y técnicas locales. Me gusta provocar sinergias", subraya.

Erroz lidera una de las denominadas "marcas morales", teniendo muy presente la economía circular, comprometida con la agenda 2030 y los objetivos de desarrollo sostenible.

El diseñador mallorquín entra de lleno con esta colección en el NFT, el metaverso de la moda, ahondando en la idea de sostenibilidad: "Algunas prendas solo se podrán adquirir en el universo virtual".

Piezas atemporales y unisex de colores naturales, cortes muy limpios y mezcla de texturas construyen una colección coherente con cazadoras en lana, algodones y linos.