Un bombero de Murcia acude a un incendio y lo que ocurre cambia su forma de vivir: "La Seguridad Social me jubiló"

David volvió a nacer aquel 9 de septiembre de 2020 cuando trataba de extinguir un fuego en una vivienda

José Manuel Nieto

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Aquel 9 de septiembre de 2020, David no pensaba que su vida cambiaría para siempre. Bombero del parque de Molina de Segura, en la Región de Murcia, acudía a una intervención complicada: un incendio en un bloque de viviendas, tras una serie de explosiones de gas. La visibilidad era prácticamente nula. La densa humareda no dejaba ver más allá de unos centímetros. Y, en cuestión de segundos, lo impensable sucedió.

Recuerdo que me arrastraba por el suelo cuando llegué a la cocina. Lo que no sabía es que una explosión había destrozado la pared”, explica David en el programa Poniendo las Calles de Carlos Moreno El Pulpo. Aquella pared desaparecida fue una trampa mortal. Cayó al vacío desde un sexto piso, unos 18 metros. “En ningún momento perdí el conocimiento. Sentí una oscuridad total y una soledad indescriptible. Pensé: ‘Qué pena que os quedáis sin padre’, recordando a mis hijos. Luego vino el impacto”.

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Los bomberos subidos a una grúa de bomberos en la calle trabajan en un edificio derrumbado

La historia de este bombero murciano no solo es un relato de accidente y dolor. Es también el testimonio de una de esas historias de superación que nos devuelven la fe en la vida. “Caí de lado, lo que me salvó la vida. Pero me rompí por dentro”, afirma. El balance de lesiones estremece: vértebras, escápula, cúbito, radio, pelvis, cadera... Además de un trombo pulmonar y un sistema digestivo paralizado durante un mes. Un cuadro médico que hizo que la Seguridad Social lo jubilara por incapacidad. Sin embargo, para David, rendirse no era una opción.

“Volver a trabajar era volver a vivir”  

En una sociedad donde a menudo se impone la lógica administrativa sobre los deseos personales, David decidió plantar cara. “Pasé dos tribunales médicos. En el segundo, aunque no estaba al 100 %, insistí en que quería volver a trabajar”, relata. Pero el sistema tenía otros planes. “La Seguridad Social me jubiló. Pero yo lo recurrí. Sabía que tenía que volver para recuperarme física y mentalmente”.

Contra todo pronóstico, ganó el proceso. Hoy, cuatro años después, ha vuelto a ejercer como bombero. “Ahora empiezo a sentirme una persona normal. La rehabilitación ha sido durísima, pero he recuperado mi vida”. Y lo ha hecho volviendo a su vocación, con más conciencia que nunca de lo frágil que puede ser la existencia.

“La certeza de la muerte te hace vivir mejor”  

La experiencia dejó huella en su cuerpo, pero también en su forma de ver el mundo. “No pienso todos los días que voy a morir, pero la certeza está ahí. Y eso hace que quiera aprovechar la vida al máximo”, confiesa David. Ya no es solo un bombero condecorado por su valentía. Es un testimonio vivo de que la vida puede cambiar en un segundo, pero también puede recuperarse con tenacidad.

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Los bomberos acuden en camión de bomberos para apagar un incendio en una casa.

Su historia, contada en la antena de Cadena COPE, es también una llamada de atención: detrás de cada uniforme hay una persona, un padre, un compañero, alguien que arriesga todo por los demás. Y, como David, alguien capaz de levantarse después de caer al vacío.