"Tras la cumbre sobre Ucrania, el debate está servido, Europa se rearma, en Alemania vuelve la mili voluntaria y en España, ¿qué posición tenemos?"

 En unos minutos nos iremos hasta la sede del Tribunal Supremos para saber cómo ha ido el inicio del curso judicial, pero hoy es el primer viernes de septiembre e igual tenías planeado hacer alguna escapada, quizá en tren, pues ármate de paciencia porque ya sabes que durante los próximos dos o tres años la cosa está complicada.

Como complicada se ha puesto para los que tenían un billete de AVLO de la línea Madrid-Barcelona, que desde su eliminación, los precios ya se han disparado un 34%, según algunos medios. Durante esta mañana los AVE Sevilla- Córdoba y los AVANT en Andalucía han sufrido problemas. Ayer, Carlos Herrera llegó con una hora de retraso a Madrid, en Chamartín renunció a tomar el tren y terminó yéndose en coche a León...

Herrera no fue el único con problemas de transporte. El presidente del Gobierno emprendió un viaje hacia París para participar en una importante cumbre europea convocada por Emmanuel Macron, pero una avería técnica en el Falcon presidencial le obligó a dar media vuelta y regresar a Madrid. Según las fuentes oficiales, el avión experimentó problemas mecánicos que, curiosamente, le permitían volar hacia atrás pero no hacia adelante.

Una circunstancia, tan peculiar, que ha despertado especulaciones sobre si esta "avería" pudo estar relacionada con la inesperada presencia de Steve Witkoff, emisario especial de Donald Trump, quien se presentó sin previo aviso en la reunión; ¿te imaginas?

 El presidente optó por participar en la cumbre de manera virtual 

Y la conclusión es que, en la reunión convocada por Macron, se alcanzó precisamente el objetivo que había planteado la nueva Administración Trump: lograr que Europa asuma mayor responsabilidad en la defensa del continente.

¿Por qué fue relevante la reunión? Pues porque 26 países europeos se comprometieron a enviar tropas a Ucrania, aunque únicamente cuando se declare un alto el fuego efectivo.

¿Y por qué te ataña esta acuerdo? Pues porque refleja la obsesión de Trump por trasladar a los europeos la carga principal de la seguridad continental. Que los países europeos se hagan cargo de su defensa.

Un Trump que hoy cambiará el nombre al Departamento de Defensa y le llamará el Departamento de Guerra. Un aviso a navegantes en una semana en la que China ha realizado el mayor despliegue militar en años para mostrar un poderío fuera de toda duda.

Putin no está contento

Putin, por supuesto, no está de acuerdo con que Europa se rearme y se encargue de la defensa de Ucrania. Te recuerdo que, antes del verano, en la cumbre de la OTAN, se realizó un debate que parecía ser sobre el porcentaje del PIB que cada país destina a defensa.

Hoy sabemos que, en realidad, se trataba de una discusión mucho más profunda sobre quién debe asumir la responsabilidad de la defensa europea. En aquella ocasión, España fue el único país que se negó a incrementar sustancialmente su gasto militar. Acuérdate de la foto en la que Sánchez se colocó en la esquina.

El acuerdo alcanzado en París incluye una cláusula que especifica que las tropas no se desplegarán en la línea del frente, sino en "zonas geográficas que se están definiendo".

Esta formulación representa un ejemplo típico de la retórica diplomática europea, que pretende mantener un equilibrio imposible: enviar un mensaje de firmeza a Rusia mientras se evita una escalada directa.

Es el arte de afirmar una cosa y su contraria simultáneamente: "Putin, no interpretes esto como una amenaza directa, aunque estemos enviando tropas a territorio ucraniano".

Según las crónicas periodísticas, España no se sumó a los veintiséis países que han acordado el envío de tropas. Desde la Moncloa se han filtrado numerosas declaraciones y matizaciones, pero la realidad es que España fue el único país participante que no se adhirió al compromiso colectivo.

El debate está servido: Europa se rearma, en Alemania vuelve la mili voluntaria y en España, ¿qué posición tenemos?