Pilar G.Muñiz: “Es grave lo de Melilla, el presunto fraude electoral por la compra de 10 mil votos por correo”
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En Hamlet, la obra de Shakespeare, encontramos la famosa frase de que “algo huele a podrido en Dinarmaca”. Hoy podriamos tomar prestada la frase para decir que algo huele a podrido en Melilla. La Policía y la Guardia Civil están investigando el presunto fraude electoral por la compra de 10.000 votos por correo.
El caso es grave, como ha reconocido el Ministro de Interior, y todo empezó a destaparse cuando hace un par de semanas los carteros de Melilla repartían la documentación electoral que se habían solicitado por correo. Varios de ellos estaban sufriendo asaltos en los que se les robaba esa documentación que portaban.
Una situación desconcertante y la pregunta era y sigue siendo ¿para qué? ¿que está pasando? Bueno pues parece que un juzgado ya está buscando la respuesta con la investigación sobre ese supuesto fraude con 10 Mil votos emitidos por correo. Para intentar frenar esta situación, la Junta Electoral ha ordenado estremar los controles a la hora de gestionar el voto por correo en Melilla y la identificación de los electores... Ha sido anunciar esto y reducirse drásticamente las colas en las oficinas de correos. Para evitar que esos votos, presuntamente fraudulentos o manipualdos, pueden salir de la ciudad autónoma y se emitan en cualquier otra provincia, la policia y la Guardia Civil han establecido controles por tierra, mar y aire.
Es muy llamativo que el voto por correo en la Ciudad de Melilla para estas elecciones del 28 M se había disparado hasta el 20% más del doble que las anteriores elecciones y 7 veces más que la media nacional...
Es evidente que algo huele a podrido y no sólo en Dinamarca. La justicia ha rechazado los recursos que pedían la suspensión del proceso electoral en la ciudad autónoma pero todo esto salta cuando quedan apenas 10 días para ir a votar...
Ojalá se arregle y ojalá que todo esto quede meridianamente claro porque en pleno Siglo XXI, resulta impensable y hasta peligroso que se pueda poner en tela de juicio el proceso democrático en España.