Pilar García Muñiz: "El 3,3% de IPC no significa que los precios bajen, es que suben a menor ritmo"

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Es uno de los titulares del día. La inflación cae hasta el 3,3 anual por ciento según el dato adelantado del IPC del mes de marzo. Dicho de otra manera, los precios, de un año para otro han crecido en marzo sólo un 3,3 % y digo sólo porque la inflación en los últimos meses ha estado bastante más alta, el último dato, era del 6%.

Con todo, esto no significa que los precios bajen. Significa que los precios siguen subiendo en comparación con el año pasado pero se ha frenado el ritmo de subida. Del 6% de febrero hemos pasado a éste 3,3. ¿Por qué este frenazo? Basicamente por algo que podríamos llamar “efecto Ucrania”.

Me explico. Estamos comparando marzo de 2022 con marzo del 2023. Hace un año acababa de iniciarse la guerra de Ucrania y el mundo vivía en plena incertidumbre, sobre todo económica; Putín amenzaba con cortar el Gas que estaba por las nubes, la electricidad disparada, el comercio de grano bloqueado y el mercado de petróleo se movía en una montaña rusa. Eso se tradujo en un inflación que rozó el 10%.

Hoy la guerra sigue, pero la Unión Europea ha tomado medidas para el control del precio del gas y la electricidad, hay un acuerdo para la exportación de grano de Ucrania y el mercado del petróleo está más calmado. Tristemente la economía se ha ido adpatando a una situación de guerra.

Desde el punto de vista de la energía, hay un auténtico abismo entre un año y otro, solo por coger dos ejemplo, el barril de petróleo está ahora un 30% más barato que hace un año y la factura de la luz también se nota.

Tal día como hoy, en marzo de 2022 se pagaba el megawatio hora a 256 euros y hoy lo pagamos a 31, es una diferencia notable.

Esto la energía, es lo que ha hecho bajar la inflación ANUAL. Es una buena noticia pero con toda la subida que se ha acumulado este año, el dato de hoy es insuficiente para moderar los precios, por ejemplo, de los alimentos.

Puede bajar la energía, si, pero el efecto en la cesta de la compra no llega inmeditamente. Por eso la inflación Subyacente sigue por las nubes y solo ha bajado una décima, está en el 7,5%.

Ese indicador excluye el precio de la energía y los alimentos frescos como la fruta y nos dice que el problema va más allá de las circunstancias de la guerra de Ucrania. Pero, al final, a nadie le amarga un dulce y si pagamos menos por la luz o por el gas, vamos a intentar ver el vaso medio lleno.