"Ábalos ya lo advirtió: no piensa ir solo a la cárcel"

Escucha el monólogo de Jorge Bustos del lunes 12 de mayo

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“Llama al petardo de Lambán”. “La entrevista de Page es vomitiva, que deje de tocar los cojones”. “Susana sí que está jodida”. “Impresentable Vara”. “Felipe es pura amargura”. “Hay que marcarlos”. “Que sean conscientes de que son minoría”.

Estos son solo algunos de los mensajes que Pedro Sánchez le mandó a José Luis Ábalos. Algunos, porque hay más. De hecho, mi preferido es el que El Mundo publica hoy, cuando Pedro se pone tierno después de haberse cargado a Ábalos y le dice que le echa mucho de menos, que valora mucho su criterio político y su amistad. Vamos a recordar que cuando le escribe esto ya sabe de las andanzas de Ábalos, conocido en los ambientes como el ciclón de Teruel, el terror de los paradores. Él dice que son “infundios”, pero lo cierto es que lo había echado por esas informaciones. Luego pasa el tiempo, siente miedo y le escribe para recuperarlo... para que no pase lo que ya está pasando: es decir, la ruptura de la omertá. El géiser de porquería imposible ya de taponar. Porque Ábalos ya lo advirtió: no piensa ir solo a la cárcel.

Te reconozco que a mí no me ha sorprendido el tono macarra de los mensajes del presidente. Pedro en privado es exactamente como nos imaginábamos"

Jorge Bustos

Copresentador de 'Mediodía COPE'

Pregúntate por qué el expediente de expulsión del camarada exsecretario de Organización aún no se ha ejecutado. Ábalos sigue siendo diputado y sigue con el carné socialista. Qué raro: a Redondo Terreros lo echaron rápido, pero con el compañero José Luis están negociando. Y al parecer las negociaciones no marchan a gusto de Ábalos ni de Koldo; quizá porque cuando estás imputado en una trama de corrupción de proporciones todavía desconocidas, no hay blindaje gubernamental que valga frente a la acción lenta pero implacable de la Justicia. Todo se va a saber y todos los culpables responderán de sus actos.

Te reconozco que a mí no me ha sorprendido el tono macarra de los mensajes del presidente. Pedro en privado es exactamente como nos imaginábamos. Y no porque tengamos mucha imaginación, sino porque algunos tenemos fuentes. Y tenemos fuentes en el Partido Socialista. Y esas fuentes llevan tiempo contándonos cosas de Pedro. De su forma de conducirse con los suyos, de su bajísimo umbral de frustración, de su falta de control emocional, como ha dicho Lambán. Estos mensajes retratan una psicología narcisista, incapaz de tolerar que le lleven la contraria o que le recuerden que prometió lo contrario de lo que está haciendo. Por ejemplo pactar con Bildu. Pedro no entiende que eso escandalice a nadie, que se viva como una derrota lo que a su juicio amoral es una victoria: abrazarse a Otegi. “Complejos de pobres”, le dice Ábalos, el de los chalés y el amor por catálogo. Se ve que la decencia es un “complejo de pobres” para el número uno y para el número dos del sanchismo.

Pero lo que revelan estos mensajes es que Sánchez aparenta una seguridad que está muy lejos de sentir: el debate y la discrepancia le dan miedo, por eso  recurre al ordeno y mando a través de Ábalos. Un verdadero líder no necesita imponer su autoridad por la fuerza y la amenaza. Un acomplejado, sí. Pero además, la declaración de amistad de Sánchez a Ábalos prueba un vínculo que sobrevivió a la purga del segundo. Y ese vínculo amenaza ahora con arrastrar al presidente.

Ojo, todo esto no es un problema interno del PSOE. La relevancia de la exclusiva de El Mundo se debe a que un presidente dirige un país del mismo modo que dirige su partido. Por eso es preocupante el nivel de despotismo, de falta de transparencia y de contemporización con la corrupción que expresan estos WhatsApp. Porque lo que le ha hecho al PSOE, Pedro está tratando de hacérselo a España.