Reconocer la humanidad del otro
Escucha la Firma de José Luis Restán del lunes 6 de octubre
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Mientras contenemos el aliento hasta comprobar que finalmente callan las armas en Gaza, los rehenes israelíes son liberados y los palestinos que emprendieron un tremendo éxodo intentan reconstruir sus vidas, puede ayudarnos esta historia, que no es ningún cuento. El pasado 19 de septiembre, en un centro cultural de Udine, en el norte de Italia, se encontraron por primera vez Sima y Maayan. Sima Awad tiene veinte años, es palestina y perdió a su hermano en 2008, abatido por un francotirador israelí a pocos metros de su casa. Maayan Inon es israelí, madre de dos hijos; sus padres fueron víctimas de los ataques terroristas del 7 de octubre de 2023 y su casa, a pocos kilómetros de Gaza, quedó arrasada.
Ambas pertenecen a la asociación Parents circle families forum, una experiencia de reconciliación formada por más de 800 familias israelíes y palestinas, que comparten el dolor de haber perdido algún familiar durante este conflicto. Años después de la muerte de su hermano, una amiga propuso a Sima compartir su dolor con otras familias. Aceptó y por primera vez volvió a ver a una mujer israelí, aunque se negó a dirigirle la palabra o sentarse a su lado. Fue esa misma mujer la que de pronto se le acercó y le dijo: «Yo también he perdido a un hijo, como tú». Maayan contó que los primeros días después del atentado estaba en shock, y todavía le asaltan a veces oleadas de rabia y de odio… Hablar de perdón le sigue costando mucho, pero entrar en relación con quien ha sufrido lo mismo que ella es una fuente de sanación, y cree que solo así se puede construir la paz.
“No estamos aquí para proponer soluciones políticas, sino para testimoniar el camino humano que nos ha llevado a estar aquí delante de vosotros”, afirmaron durante este encuentro al que llegaron nerviosas y con incertidumbre, pero durante el cual se cogieron de la mano para animarse mutuamente y, al final, se dieron un largo abrazo. “Lloramos porque no sabemos si nos volveremos a ver”, dijeron ambas al terminar. Y Sima concluyó pidiendo a todos contar lo que habían visto y oído. Es lo que hago yo ahora, porque muestra el verdadero camino de la paz, que pasa por reconocer la humanidad del otro, el que creíamos nuestro enemigo.