Arte, ciencia y miradas: ¿Cómo juegan con nuestra mente Da Vinci, Velázquez o Goya?
El neurocientífico Fernando Giráldez, que ha estudiado los trucos de los pintores del Prado, pincela en 'Mediodía COPE' cómo lo hacen los clásicos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Hay muchísimos factores que influyen en los sentimientos que nos invaden cuando observamos un cuadro: el color, el contraste, la temática. Sin olvidar nuestro estado de ánimo o el conocimiento que tenemos de dicha obra.
Pero hay otra circunstancia que nos influye y mucho cuando miramos un cuadro, una obra de cualquier maestro de la pintura, ya se llame Goya, Velázquez, Da Vinci, Rubens... Ellos han sabido dar las pinceladas de tal forma que consiguen engañar a nuestros ojos de tal forma que vemos volúmenes o movimientos donde no los hay.
Es lo que ha demostrado el neurocientífico, Fernando Giráldez, que demuestra en su libro 'Un neurocientífico en el Museo del Prado' cómo los maestros de la pintura juegan con nuestra percepción de su obra y "revelan secretos del cerebro".
¿Cómo conocían el funcionamiento de nuestro cerebro y nuestro ojo? "Para crear esas emociones, para inducir esas emociones, primero hay que engañar, primero hay que engañar al cerebro. Hay que convencerle de que lo que está viendo es algo verosímil, es algo que tiene sentido. ¿Cómo es posible que una colección de manchas, de pigmentos, cuando tú te acercas a una obra, ahí no hay nada, que de cerca no se comprende y de lejos es un milagro? Ahí es un poco el momento en el que la cultura, el arte y la biología se tocan", responde el científico.
manejar el cerebro por lo que entra por los ojos
¿Cuáles son las técnicas que más han utilizado pintores como Velázquez, por ejemplo, en Las Meninas? ¿Qué mecanismos utilizaban para manipular de alguna manera nuestro cerebro? "Ellos han tenido que descubrir cómo vemos el mundo. A nosotros nos parece que vemos el mundo como una fotografía y ya está. Pero es muchísimo más complicado porque las cosas que entran en nuestra retina se convierten en impulsos eléctricos y aquellos, en millones de neuronas. Dedicamos como un tercio de todas las neuronas en la corteza cerebral a ver. Y entonces lo que quiera que sea que tú veas está pasando en tu corteza cerebral, no está pasando fuera. Y yo no me meto dentro de tu cabeza. Tú estás reconstruyendo ese mundo", analiza Fernando Giráldez que añade que "las reglas para reconstruir ese mundo no son triviales y no es fácil hacerse con ellas. Es indispensable hacerse con ellas si tú quieres hacer una ilusión óptica, si tú quieres convencer a que cuando tú ves ahí hay gente, ahí hay una habitación, al fondo hay una persona".
Para generar el espacio, que es el otro gran reto que tiene la pintura, y "la pintura clásica, que es la pintura que intenta representar la realidad, tienes que saber las relaciones entre el tamaño y la distancia", subraya.
¿Eran matemáticos entonces? "Hay que hacer matemática. La perspectiva fue descubierta poco a poco por un pintor como Piero de la Francesca, que hizo matemática y geometría, y tú vas a ver las obras de Piero de la Francesca y son pura dulzura. O sea, detrás de esa dulzura hay toda una tecnología que es altamente sofisticada. Y en el caso de la perspectiva era pura matemática. Durero tenía unas máquinas geométricas que eran maravillosas" concluye el neurocientífico que sigue yendo a la gran pinacoteca española para seguir escudriñando los secretos que esconden los cuadros que todos admiramos y que ahora podremos observar sabiendo que los maestros de la pintura sabían manejar nuestro cerebro por lo que nos entra por los ojos.