La priora de un convento de Granada le cuenta a Pilar García Muñiz el secreto de su nueva receta

Las hermanas Carmelitas Calzadas de Granada se han hecho muy conocidas por toda España por elaborar un plato típico del continente asiático

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Alfajores, roscos de vino, mazapanes, polvorones… Son algunos de los dulces navideños que cada año venden las monjas del Convento de las Carmelitas Calzadas de Granada. Es uno de los monasterios más antiguos de la ciudad que se encuentra en el barrio del Realejo. En él viven siete monjas. Dos españolas y cinco filipinas.

En los últimos meses, ellas han visto como los gastos en su convento cada vez subían más. Se les hacía difícil pagar todos recibos que les llegaban y pensaron que algo tenían que hacer. Y lo que han hecho es reinventarse por completo. Son unas auténticas emprendedoras.

Y es que estas monjas, además de los dulces navideños han empezado a hacer sushi y una gran variedad de platos. Comida para llevar que se recoge en el torno del convento. Estas monjas se han hecho muy conocidas por toda España. La tranquila vida de estas 7 religiosas se ha visto totalmente alterada.

No paran de llamarlas para hacerles pedidos y tampoco paran de recibir llamadas de medios de comunicación para que les concedan entrevistas. Nos cuentan que están desbordadas y que nunca imaginaban esta repercusión.

Nos lo cuenta en los micrófonos de COPE, la hermana María Dolores, la priora de este convento: “Hemos tenido una obra y nos quedamos con el dinero justo. Algunas facturas ya no podíamos pagarlas. Pensamos qué podíamos hacer porque durante el año no vendemos muchos dulces. Nos reunimos las hermanas y las filipinas propusieron hacer comida asiática”.

Ahora no dejan de llegarles pedidos. La idea ha sido todo un éxito: “Empezamos con el sushi confiando en el señor. Él sabia que no lo hacíamos por lujo sino por necesidad. El nos está ayudando. Es mucho lo que piden. Hay veces que no podemos aceptar más pedidos”.

Estas hermanas son autenticas emprendedoras y ahora mismo tienen mucho trabajo: “Cuando empezaron a venir medios de comunicación, la gente empezó a llamar. Atendemos pedidos por whatssap y las personas vienen a recogerlos. Entregamos el sushi por el torno o por el locutorio. Preparamos también mucha carne asiática. Un sábado se hicieron 30 entregas. La hermana ya no tenía fuerza en las manos. Ahora también vamos a empezar con los dulces de navidad. Tenemos mucho trabajo”.