Un pueblo de Cáceres ve cómo todos los vecinos se marchan y, de repente, una propuesta lo cambia todo: "Lo mejor"
Malpartida de Cáceres ha cambiado la balanza en cuánto a perdida poblacional de una manera que pocas localidades han hecho
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La llamada España vaciada sigue siendo una realidad palpable. Municipios con historia, encanto y una forma de vida tranquila ven cómo, año tras año, sus jóvenes se marchan en busca de oportunidades a las grandes ciudades. Muchos no regresan. Las escuelas cierran, los comercios desaparecen y las calles se quedan en silencio. Pero en Malpartida de Cáceres, un pequeño pueblo extremeño de unos 4.000 habitantes, todo eso parece estar a punto de cambiar.
La historia la cuenta Isra Remuiñán en La Tarde de COPE. Allí explica cómo este municipio, situado a apenas cinco minutos en coche de Cáceres capital, ve cómo sus hijos se van a estudiar, a trabajar y hacer su vida en Madrid, Cataluña, el País Vasco o incluso en el extranjero. A veces, la vida en los pueblos se apaga en silencio, no por falta de historia ni de belleza, ni tampoco de corazón, simplemente porque los hijos se van y no regresan.
Las vistas desde Malpartida de Cáceres
Uno de los rostros de esta realidad es Rosa, vecina de Malpartida, que tras una separación tuvo que buscar vivienda en alquiler. "Claro, yo me puse a buscar casas y aquí en Malpartida es difícil el alquiler, y lo que compras es carísimo y son casas viejas", explica. Como ella, muchas personas se enfrentan al mismo dilema: quieren quedarse, pero no encuentran facilidades para hacerlo.
LA INICIATIVA QUE HA CAMBIADO TODO EN MALPARTIDA
Todo eso comenzó a cambiar cuando el ayuntamiento lanzó la campaña 'Vive en Malpartida', una propuesta con un objetivo muy claro: atraer a nuevos vecinos con vivienda asequible, servicios públicos de calidad y un estilo de vida más humano, sin renunciar a las ventajas de estar cerca de una ciudad.
"Creí que era conveniente que se hicieran pisos para la gente joven, tanto de aquí como la que venga de fuera", apunta Rosa, convencida de que el futuro pasa por construir, no solo resistir.
Lo que parecía una simple idea se convirtió en un fenómeno inesperado. Más de 1.200 personas respondieron a la encuesta lanzada por el consistorio para medir el interés real en mudarse al pueblo. De ellas, más de 1.700 se plantearían hacerlo y más de 500 han mostrado un interés firme.
“No solo malpartideños que desean volver”, aclara el alcalde Alfredo Aguilera, “también hay personas de fuera, incluso de Países Bajos o de Francia”. Los perfiles son muy diversos: parejas jóvenes que buscan su primera casa, familias que sueñan con una vida más tranquila, profesionales que trabajan desde casa y que quieren escapar del estrés urbano. "Todos los que se han interesado tienen algo en común: quieren vivir mejor", resume Isra Remuiñán.
Malpartida de Cáceres ha tenido récord de turistas estos años
El alcalde insiste en que la ubicación es clave: "Desde la última rotonda de Cáceres hasta la primera de Malpartida se tardan cinco minutos en coche, con un doble carril. No solo se tarda menos, sino que además se gana en seguridad. Todo eso va a acercar a la gente”.
Hay personas incluso de Países Bajos o de Francia que se han venido a vivir aquí"
Alcalde de Malpartida de Cáceres
LAS CIFRAS POSITIVAS DE MALPARTIDA DE CÁCERES
A pesar de que el último año dejó cifras preocupantes —solo nacieron 18 niños frente a 53 personas fallecidas—, el municipio apenas ha perdido población. Y eso, en el contexto actual, ya es una pequeña victoria.
El ayuntamiento no se ha quedado en la teoría. Ha comenzado la búsqueda de promotores, se están activando unidades urbanísticas y ya hay 16 viviendas privadas en proceso de construcción. "Yo no me pongo límites", afirma el alcalde, que no oculta la dificultad del reto. "Estamos en 4.039 habitantes, pero el objetivo es claro: recuperar población y frenar el envejecimiento del pueblo”.
Iglesia de la Asunción de Malpartida de Cáceres
El proyecto no es inmediato. Será progresivo. Pero ha comenzado, que es lo más importante. La idea es que dentro de unos años, los que hoy rellenaron una encuesta desde lejos estén celebrando cumpleaños, barbacoas o veranos en Malpartida.
Con su campaña “Vive en Malpartida”, este municipio cacereño demuestra que hay alternativas a la despoblación. Calidad de vida, precios razonables, cercanía a la ciudad y un entorno que permite criar hijos, descansar del bullicio y, a la vez, mantenerse conectado al mundo gracias al teletrabajo. El mensaje es claro. Malpartida de Cáceres no quiere desaparecer. Quiere vivir. Y ha encontrado en su gente y en su iniciativa urbanística una herramienta poderosa para lograrlo.