Hitos Hurtado, profesora de Lengua en un instituto: "Las lecturas obligatorias están en el programa y hay que conocerlas. 'El Quijote' es un caramelito, y yo hago esto para que no se atragante"

La profesora explicaba en 'La Tarde' que hay ciertos métodos para asegurar que los jóvenes sientan atracción por los libros

Ana Rumí

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El debate sobre las lecturas obligatorias en la ESO y bachillerato ha vuelto a la mesa. Clásicos como 'El Quijote', 'La Celestina' o el 'Lazarillo de Tormes' forman parte del temario, pero ¿es la adolescencia el mejor momento para enfrentarse a ellos? En el programa 'La Tarde' de la COPE, con Pilar García MuñizFernando Bonete y Antonio Jiménez, se ha abordado esta cuestión con una experta que ofrece una perspectiva diferente.

Para Hitos Hurtado, profesora de Lengua y Literatura durante casi 40 años, la clave está en diferenciar los conceptos. 'Que estén en el programa significa conocerlas', ha explicado la docente. Según su criterio, una cosa es que obras como 'Los Milagros de Nuestra Señora' o 'El Quijote' deban ser conocidas por los alumnos y otra muy distinta es que su lectura completa deba ser impuesta.

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La experiencia de Hurtado le ha demostrado que el mejor enfoque es leer fragmentos escogidos en el aula. 'Yo leo con mis alumnos en clase un milagro. 1, porque no tiene ningún sentido que el alumno se vaya a su casa con el libro e intente leerlo, que no lo va a conseguir', ha asegurado. Esta misma técnica la aplicaba con la obra de Cervantes.

Un 'caramelito' para enganchar

La profesora considera que 'El Quijote es como un caramelito'. Su método consiste en leer con los alumnos 'cuatro o cinco capítulos escogidos' por el profesor y adaptados al grupo que tiene delante. El objetivo no es completar el libro, sino despertar el interés y la curiosidad de los jóvenes.

El éxito de esta estrategia, según ha relatado, es tangible. 'He tenido la experiencia de que leyendo 4 o 5 o 10 capítulos del Quijote con ellos en clase, siempre había alguno que venía y decía, pues estuve mirando el Quijote que en mi casa hay 1', ha comentado Hurtado. Para ella, ese era el verdadero objetivo: que el alumno se interese por la lectura por iniciativa propia.

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La actividad está relacionada con el fomento a la lectura

Y es que, muchas veces, cuando nos toca leer una lectura obligatoria en el colegio, se nos empieza a atragantar. Entendemos, muchas veces, que es porque en la obligación hay un cierto grado de rebeldía, y que, en otras ocasiones, el no poder elegir tú la lectura hace que se dificulte la tarea. 

Eso, por supuesto, no significa que esas lecturas sean malas o poco interesantes, sino que se "te hacen bola" porque tú no tienes poder de decisión sobre ellas. Sin embargo, una vez que les coges el truco, acabas fascinado por la historia que te cuenta. Y aquí la pregunta es cómo cogerle el truco a algo que a veces puede atragantarse. 

El riesgo del rechazo

En la tertulia también se ha puesto de manifiesto el riesgo de generar el efecto contrario. El colaborador Fernando Bonete ha afirmado con rotundidad que exigir la lectura de ciertos clásicos demasiado pronto 'puede generar un rechazo hacia la literatura'. En su opinión, hay libros que requieren no solo comprensión lectora, sino también una 'madurez vital' que un adolescente aún no ha alcanzado.