"Las enseñanzas de la crisis del 94 deben servir ahora para atajar cuanto antes el foco sin que llegue a las explotaciones y haya que sacrificar animales. En esta guerra cada minuto cuenta"

 No es casual que en esta guerra la Generalitat Cataluña haya solicitado la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Y es que la lucha contra la peste porcina detectada el viernes en la sierra de Barcelona es una guerra y es urgente atajarla cuanto antes. Ahora mismo se trabaja en dos frentes. 

El primero, centrado en que no se extienda la enfermedad a las granjas y el segundo en dar tranquilidad a todos los consumidores porque está garantizada la seguridad alimentaria de los productos del porcino. España tiene experiencia en este asunto. Ya combatió contra la enfermedad en 1994. Han pasado más de 30 años y la preocupación en el sector vuelve a ser máxima, como nos cuenta Pedro Mozat, dueño de una explotación porcina en Navarra.

En esta batalla cada minuto cuenta. Hay 40 países que han paralizado la entrada en su territorio de partidas de productos porcinos procedentes de cualquier punto de España. Reino Unido y Argentina han sido los últimos en bloquear nuevos certificados sanitarios de exportación para productos del cerdo español. En esta guerra España, sí ha obtenido una pequeña o no tan pequeña victoria. El viaje de los Reyes a China hace hace poquito, hace un par de semanas, permitió cerrar un acuerdo comercial que ahora se ha vuelto clave en esta crisis. China reconoce la regionalización del foco y va a seguir importando productos de fuera de la provincia de Barcelona. 

Es decir, de momento los chinos solamente han suspendido la entrada de carne porcina procedente de 12 empresas cárnicas de la provincia de Barcelona con un impacto de 200 millones de euros. Los chinos son nuestro principal cliente. Compran el 19.9% de las exportaciones españolas de Porcino que superan los 8000 millones de euros anuales. Somos el primer productor de carne de porcino de la Unión Europea y el tercero del mundo. Perimetrar el foco de la infección es ahora la tarea principal. Se trabaja en un área de 6 km a la redonda del origen. 

La UME tiene desplazada en la zona 117 efectivos y 25 vehículos. Trabaja con equipos de descontaminación y drones con detección nocturna. El gobierno catalán ha movilizado a 250 mosos rurales y policía local para frenar la expansión del virus. El delegado del gobierno en Cataluña, Carlos Prieto, ha confirmado esta mañana que ya son nueve los jabalíes encontrados muertos en Barcelona, que han dado positivo por peste porcina africana. 

Los ganaderos temen que este brote provoque una caída del precio de los productos derivados del cerdo con repercusión en toda España. Por eso piden rapidez para atajar cuanto antes esta crisis sanitaria y económica. Las asociaciones de consumidores temen que si la crisis se alarga termine repercutiendo en un aumento del precio final del cerdo y sus derivados. En Yida, la lonja de referencia en España, el precio del cerdo bajó este lunes 10 céntimos, el mayor descenso desde la entrada del euro. El sector está pendiente de los precios que se fijen en la subasta de pasado mañana de este jueves. 13 países europeos saben lo que es esta guerra. Han sufrido y sufren todavía por la peste porcina. El caso más extremo es Polonia. Desde 2013 se han sacrificado más de 8000 cerdos y se han cerrado el 80% de las explotaciones porcinas del país. 

Los camioneros han protestado también. Se sienten señalados después de que se maneja la hipótesis todavía no confirmada de que el origen del foco estuvo en los restos de un bocadillo con carne contaminada que comieron los jabalíes y que pudo ser arrojado por un transportista o depositado en un contenedor. Las enseñanzas de la crisis del 94 deben servir ahora para atajar cuanto antes el foco sin que llegue a las explotaciones y haya que sacrificar animales. En esta guerra cada minuto cuenta.