"No hay campaña electoral que se precie en los últimos años en la que no se hable de corrupción. Es lógico, según el CIS, la corrupción es el segundo problema que más nos preocupa a los españoles. Casado, que se la juega en esta segunda vuelta de las generales, sigue intentando explicar y explicarse el batacazo del PP y encuentra en la corrupción la explicación.

La izquierda, como es lógico, sigue recordando esos casos de corupción del PP. Y Ciudadanos, aunque ya no es un recién llegado, se presenta como el partido de la regeneración que supera la corrupción no solo del PP también del PSOE. Todos recordamos la imagen de Rivera sacando el largo pliego con los casos de corrupción de los socialistas.

Todos hablan mucho de la corrupción pero se escuchan pocas propuestas consistentes para combatirla, algo de lo que habría que hablar mucho más en vísperas como estamos de unas elecciones municipales. España se mantiene entre los países con mayor percepción de corrupción de la UE.

La percepción de la corrupción como un problema enorme para los españoles empezó en 2010. Y desde entonces hemos aprendido mucho. La corrupción entre funcionarios españoles de Policía, Educación, Sanidad o Hacienda es baja. Los problemas de corrupción se concentran en municipios, contratos públicos y urbanismo. Los controles de los Ayuntamientos están en manos de los secretarios e interventores, cuya labor depende a menudo de la voluntad del alcalde. Los alcaldes tienen demasiado monopolio en la toma de decisiones, mucha discrecionalidad y muy poco control. La política urbanística española, que es competencia municipal, de los últimos años ha estado capturada por promotores y constructores en algunas zonas de España.

Los últimos datos disponibles hablaban de que más 600 municipios españoles tienen algún escándalo de corrupción investigado. En 2012, ya en plena crisis del sector inmobiliario, había unas 1000 causas abiertas por prevaricación urbanística.

Hay quien propone eliminar la discrecional de libre designación de los Secretarios, Interventores y Tesoreros de Administración Local, pasando a basarse su designación en los principios de publicidad, mérito y capacidad, para evitar que sean elegidos por los propios Cargos electos a los que van a controlar".