Pocos van a confundir este invierno un resfriado con una gripe, pero sí puede ocurrir que confundamos, especialmente en los niños, un resfriado con una rinitis alérgica. Los alergólogos y pediatras advierten del riesgo de esta confusión, ya que se podrían recibir tratamientos inadecuados y no ser asistidos de forma inmediata en caso de crisis alérgica. Para explicar más detalles ha estado en 'La Tarde' Francisco Feo, miembro del comité de aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica.

Un catarro común no suele durar más de quince días y se pueden padecer entre dos y cuatro al año, pero si en cuatro semanas no desaparecen los síntomas se hablaría de rinitis alérgica, una enfermedad que puede manifestarse durante una sola estación o durante todo el año.

Durante el mes de febrero, la concentración de pólenes procedentes de plantas como el aliso, el ciprés, el pino o la ortiga es alta, sobre todo, en el centro peninsular, pero también en esta época aumentan los casos de resfriados, de ahí que sea muy común confundirlos con la rinitis alérgica.