Foto de Fernando de Haro: "Los tres chiquillos no saben a quien deben agradecérselos"
Fotografía del día de Fernando de Haro
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Foto de tres chiquillos que son como tres sombras recortadas frente a un cielo luminoso, claro, a pesar de todo. Pese a todo amanece el mundo y medramos. Los chiquillos están a contra luz y por eso parecen fantasmas bajitos. Los tres miran la lluvia de provisiones que cae colgando de seis paracaídas. Seis paracaídas descienden ordenadamente, emparejados, con su carga bien empaquetada. Leves sombrillas de lona, leves paracaídas como plumas de un pájaro grande y lento. Uno de los chiquillos abre los brazos para saludar, para celebrar las raciones de hamburguesas, batidos, seguro que chocolatinas. Los otros dos más tranquilos solo miran sin prisa por saber donde caerán los regalos. Los tres chiquillos no saben a quien deben agradecérselos. Se han acostumbrado a contarse historias por la noche para intentar dormir sin haber cenado. Ya es costumbre la compañía de un cansancio tirano, la costumbre de arrastrar las mañanas, la fatiga de las tardes, el andar como con los nervios flojos y el dejarse pelos en el peine que no usan. . Ya son costumbre los mareos y el verse los bracitos delgados y la piel blanca. Aunque la palabra costumbre seguramente no sea la más precisa. Porque el hambre no puede ser un hábito, porque el hambre es un padecimiento. Porque no te puedes resignar a tener hambre, no te puedes entregar a una carestía, siempre esperas un pedazo de pan con el que hartarte, siempre te viene una y otra vez el pensamiento de lo que te falta, la idea de buscarlo aquí o allí. Los tres chiquillos no corren por falta de fuerzas no porque se hayan olvidado de esperar, eso no se olvida.