Foto de Fernando de Haro: "El jardín está florecido de cascotes, trozos de tubería y malas hierbas"

Fotografía del día de Fernando de Haro

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Foto de un jardín que estuvo cerrado, que estuvo bien atendido y bien regado y que ahora, descuidado, ha dejado de ser un paraíso de delicias tiránicas y permite que un vecino pueda fugarse por el boquete que se ha abierto en una de sus paredes. El jardín, en blanco y negro, conserva una higuera que trepa por una de las esquinas, un rosalito feo y una parra vieja con el tronco nudoso. El jardín está florecido de cascotes, trozos de tubería y malas hierbas. La pared que cierra el huerto de recreo la encalaron durante muchos años, el agua blanca en el ladrillo pobre. Entre algunas grietas y algunas sombras en la tapia de jazmín se ha abierto un boquete, es una boca ciega que dice una o muy grande. Y un muchacho con botas de arlequín y pantalones de cabrero agacha la cabeza y sale por la rotura. La pared blanca de presidio ya no tiene preso a nadie. El jardín que fue sepulcro y cementerio está abierto por el agujero. El muchacho con botas de arlequín se escapa como un soldado al que le han dado permiso o le han firmado la blanca, como el niño al que le dejan bajar a la calle a jugar o a bañarse en la piscina, como un suspiro que está a punto de pudrirse y convertirse en tristeza, como un canario que no se acostumbró nunca a la jaula, como el alumno de un colegio solo de chicos, como el químico que ha soñado una fórmula que lo aclaro todo, como el bachiller que ha descifrado el latín de una frase de César. Libre, libres del encierro en un jardín, en un paraíso, con flores de tiranía.