En 'La Tarde' desde Valladolid

"Ayudamos a construir el nuevo sarcófago de Chernóbil"

¿Te irías a la antigua central nuclear de Chernóbil a trabajar? Alberto y Florencio demostraron su destreza con una grúa especial para montar el nuevo sarcófago que encerró los restos nucleares más peligrosos del mundo.

Alberto Lozano y Florencio Alonso en La Tarde desde el Museo Patio Herreriano de Valladolid

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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"Ayudamos a construir el nuevo sarcófago de Chernóbil, aquello pone los pelos de punta"

¿Te irías a la antigua central nuclear de Chernóbil a trabajar? Alberto y Florencio demostraron su destreza con una grúa especial para montar el nuevo sarcófago que encerró los restos nucleares más peligrosos del mundo.

La central nuclear de Chernóbil sufrió el mayor accidente nuclear de la historia el 26 de abril de 1986. La explosión tuvo lugar en el cuarto bloque de la central nuclear de Chernóbil, situado a solo 120 kilómetros de la capital de Ucrania - Kiev, cerca de la frontera con Bielorrusia. Se construyó una cúpula para cubrir las zonas afectadas y evitar que los materiales nucleares estuvieran a la intemperie contaminando todo lo que estuviera alrededor.Alberto Lozano, es el dueño de la empresa Tinlohi de Valladolid. A él fue al que le propusieron llevar la grúa de su empresa para trabajar en la instalación del sarcófago de Chernónil. Alberto se desplazó hasta la zona, vio la viabilidad y aceptó la propuesta junto a uno de sus trabajadores, Florencio Alonso.Alberto ha explicado en 'La Tarde' desde el Museo Patio Herreriano de Arte Contemporáneo Español, antiguo Monasterio de San Benito, que su empresa “era la única que se ajustaba a lo que necesitaba la situación”. “Ayudamos a construir el nuevo sarcófago de Chernóbil pero hay que reconocer que aquello pone los pelos de punta”.Florencio también aceptó la propuesta de su jefe y ha recordado que no dudó en aceptar a pesar de tratarse de una zona tan peligrosa como Chernóbil: “Nunca hay que decir que no a un trabajo”. Además Florencio considera que con su trabajan han demostrado “profesionalidad y hemos llevado la marca España hasta allí”.“Impone mucho cuando uno llega allí, es todo al estilo militar y cada vez que entras y sales te miden la radiación, se te pone la piel de gallina. Todo está vacío en 30 kilómetros alrededor” ha asegurado Alberto Lozano.Central nuclear de Chernóbil. REUTERSEl divulgador científico de COPE y director de la revista 'QUO', Jorge Alcalde, ha precisado los datos técnicos de la construcción del sarcófago que cubre el reactor más afectado por la explosión de la central nuclear. Sólo la plataforma que cubre la zona afectada “pesa 30.000 toneladas que ha necesitado miles y miles de tornillos”. “Este sarcófago se ha construido para no contaminar todo lo que había alrededor”.Florencio Alonso ha destacado que cada vez que entraban y salían de la central nuclear les hacían un exhaustivo control, “nos comprueban la radioactividad que tenemos en nuestros órganos”. En cuanto a su puesto dentro de los trabajadores de todos los países que han participa en este proyecto, Florencio ha explicado que él era “el operario de la máquina”, controlaba la grúa que transportaba los materiales más pesados hasta las zonas más altas de la cúpula. Pero a pesar de estar trabajando en una zona tan peligrosa, Florencio “bromeaba con todos los trabajadores a pesar de la situación”.Alberto recuerdo también la impresión que uno se lleva cuando llega a la zona, “impone mucho ver todo aquello, los edificios todos están abandonados y llama mucho la atención la vegetación, porque la zona es preciosa”. “Cuando reventó el reactor se construyó una ciudad que está a 30 kilómetros de la central, para trasladar a la gente de los pueblos que estaban alrededor, pero cuando llegas allí y ves a la gente que vive te quedas helado”.Alberto y Florencio han reconocido en 'La Tarde' desde el Museo Patio Herreriano de Arte Contemporáneo Español, antiguo Monasterio de San Benito que “tras haber pasado por Chernóbil, ya nos da igual ir a cualquier sitio a trabajar, ya se nos queda pequeño todo”.