La foto de Fernando de Haro: " Dos sillas como dos tronos regios con los restos del incendio a las espaldas"

La foto de hoy llega de una extraña playa. Es una playa de arena con pinos, con mirto y con jaras que llegan casi hasta el agua. Casi llegaban. Porque ahora los arboles, las matas que no hicieron tronco, las hierbas..todo está negro y retorcido. Las llamas y luego las brasas han convertido el monte en carbón. Islas de carbón entre la arena, en pie los palos oscuros como balizas de una desesperación. Huele a quemado, a derrota, quién sabe si a muerte. En la orilla una chica con un biquini rojo. Tiene las manos en jarras y va a meterse en el mar, un mar de riquezas y piedades. Dos chicos crecidos, con el mar hasta la cintura juegan a lanzarse una pelota. Han puesto dos sillas donde la arena deja de estar mojada. No son dos sillas de bañista, son dos sillones de madera y paja, con el respaldo muy recto y buenos reposabrazos. Son dos sillas para que los que se sienten en ellas ejerzan de soberanos, para que muestren su dominio, para que alargando y estirando la mirada hagan uso de su título de propiedad sobre el horizonte. Dos sillas como dos tronos regios con los restos del incendio a las espaldas y por delante ínsulas, travesías, vientos, galernas, levantes y ponientes, por delante el confín sin confines, la vuelta a casa donde espera el perro fiel y la mujer que teje, por delante la vida por descubrir, la vida ya alcanzada, la vida por navegar.