Si hace algún tiempo abordamos el perfil de uno de los criminales más populares de nuestro país, José Antonio Rodríguez Vega… alias ‘El mataviejas’, hoy abrimos el expediente de su homóloga mexicana, Juana Barraza… alias ‘La mataviejitas’.

El modus operandi siempre era el mismo. Sonaba el timbre de la puerta. Cuando la anciana en cuestión abría, se encontraba con una amable mujer que decía pertenecer a los servicios médicos y sociales de la Ciudad de México. La dueña de la vivienda, confiada, la dejaba pasar, y ambas conversaban durante un buen rato de cuestiones triviales. Luego, en un descuido, la recién llegada se abalanzaba sobre su víctima, la golpeaba con una furia desmesurada, para después estrangularla con el cable de un estetoscopio. O con unas medias. O con sus propias manos. Después, la asesina buscaba en la vivienda cualquier objeto de valor, escapando tras haber consumado el atraco. Aquella bestia, Juana Barraza, conocida como ‘La mataviejitas’, quitó la vida de manera violenta al menos a 48 ancianas.

Con una infancia espantosa en la que llegó a ser vendida por su madre a un vecino que abusó de la niña durante cuatro años, Juana llegó a trabajar como luchadora en cuadriláteros de lucha libre, bajo el apodo de ‘Dama del silencio’. Con una fisionomía robusta, ganó numerosas batallas antes de retirarse y comenzar un terrible periplo de crímenes. Tras ser detenida a principios de 2006, Juana Barraza fue condenada a 759 años de cárcel. No podrá solicitar permisos hasta el año 2056, fecha en la que, si aún vive, contará con cerca de 100 años de edad. Pero en la cárcel no se aburre. Es la jefa de una banda integrada por las más violentas criminales mexicanas… una banda que disfruta de privilegios impensables para un preso.

Juana, ‘la mataviejitas’, ha sido fuente de inspiración de canciones, películas y series televisivas.