Juan José Laborda, expresidente del Senado sobre la actualidad política: "Lo que está pasando es que no hay controles"
El expresidente del Senado lamenta la falta de control y la corrupción en los partidos y advierte que los militantes con valores se han quitado de en medio
Madrid - Publicado el
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El que fuera presidente del Senado, el histórico socialista Juan José Laborda, ha lanzado una dura advertencia sobre la deriva de los partidos políticos y el clima de confrontación actual. Durante su intervención en un acto en el Congreso de los Diputados, Laborda ha exigido al Gobierno y a la oposición "un punto y aparte", harto de que "unos a otros estén echando las culpas" de una situación política que ha calificado de "espantosa".
Para el veterano político, este bloqueo tiene consecuencias que van más allá de la política nacional. "Estamos, de alguna manera, convirtiéndonos de nuevo en un país autárquico, nos interesan solo nuestros problemas domésticos", ha señalado. Laborda considera que esta mirada hacia adentro debilita la posición de España en un momento crucial.
Una España 'autárquica' y aislada
Laborda subraya que, "tal y como está el mundo en estos momentos, España tiene una oportunidad de protegerse dentro de la Europa unida", pero para ello necesita ser un actor influyente. La excesiva concentración en los asuntos internos impide que el país tenga peso en las decisiones de la Unión Europea, algo que considera fundamental para la estabilidad futura.
Vigilarlos como si fueran ladrones
Preguntado por los recientes casos de corrupción, Laborda ha sido tajante al diagnosticar el problema de fondo: "Lo que está pasando es que no hay controles". Para ilustrarlo, ha recuperado el consejo de un viejo socialista de Éibar, Benigno Vascarán: "Nos contaba a los jóvenes socialistas, allá por los años 70, una cosa muy importante, y es que decía: 'tenemos que elegir a los mejores y vigilarlos como si fueran ladrones'"
En su opinión, el actual sistema de primarias que han copiado todas las formaciones "rompe cualquier tipo de control", lo que facilita que "se pongan las botas los desaprensivos". Critica que cualquiera puede "convertirse en un líder a base de cuatro discursos", pero si su objetivo es "forrarse", la democracia sufre un "daño espantoso". Este fenómeno, advierte, es lo que provoca que "la gente joven se vuelva de espaldas a la democracia".
El 'jefe' y la ausencia de crítica
Laborda lamenta que la estructura de los partidos ha derivado en un modelo donde "lo que existe es un jefe, y todos los demás a su sombra", lo que anula la pluralidad interna. "Dentro de eso, fácilmente, se cometen todo tipo de tropelías", ha sentenciado. Según explica, esta dinámica piramidal provoca que la gente "mire para otro lado" y que los que no son cómplices "se escondan en lo suyo".
Aquí lo que existe es un jefe, y todos los demás a su sombra"
Expresidente del Senado
Esta falta de debate ha expulsado, según Laborda, a las personas con más principios. "Mucha gente que va a los partidos con un sentido altruista, porque quiere colaborar, [...] ahora se encuentra con una situación de pura competitividad interna", ha descrito. Estos militantes, que no tienen "necesidad de estar en primera fila" pero que antes enriquecían el debate, "se han quitado del medio".
Finalmente, el expresidente del Senado ha confesado sentirse como "un jarrón chino" dentro de su propio partido. "Me tratan bien, porque soy un jarrón chino, pero les importa muy poco lo que yo piense", ha concluido, resumiendo la distancia entre la vieja guardia del socialismo y la dirección actual.
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